Waldo, soltero y sin compromiso

ELENA VILLEGAS 05/11/2008 13:21

Edgar entra en el Central con un claro objetivo: dar a Waldo su merecido por suspender la boda con su hermana. Le da un puñetazo en la recepción, delante del personal y de pacientes, lo que sirve de excusa a Maca para pedir un informe a Javier por el comportamiento de su residente.

Otro matrimonio, que parecía consolidado, corre peligro; Susana, la mujer de Héctor, ha decidido tomarse un tiempo. Sofía y Guille le hacen ver que tomarse un tiempo significa romper la relación y más aún si se ha marchado de casa, cuestiones que el médico ni siquiera se había planteado; Héctor tampoco había pensado en la posibilidad de que Susana se hubiera ido a casa del ginecólogo hasta que se lo preguntó Sofía.

Guille tampoco atraviesa un buen momento , ya que Déborah tiene claro que, cuando su hija nazca, la dejará al cuidado de sus padres.

Por otra parte, en la cuenta bancaria de Javier aparecen tres millones de euros por la venta de las clínicas de sus padres. Maca tiene la esperanza de que eso le motive a marcharse del hospital, pero Javier tiene claro que el Central es su vida y que continuará luchando por llegar algún día a dirigirlo. Ambos y él le hace saber que se considera mejor que ella y que se lo va a demostrar. tienen un nuevo encontronazo

Mientras, la falta de horas de sueño pasa factura a Rai en quirófano, donde comete una imprudencia que le podría haber acarreado graves consecuencias (se olvida de la advertencia que le hacen los familiares del paciente a través de Teresa de que es hemofílico). Le explica lo sucedido al afectado, quien decide no denunciarle porque sabe que, pese al error, ha sido él quien le ha salvado la vida.

1 Fernando continúa alargando la estancia de su hijo en el hospital para evitar que vuelva pronto a la cárcel , pero la sucesión de pruebas innecesarias que solicita para él llega a su límite y se ve obligado a darle el alta.

Entre las tramas médicas, destaca el ingreso por herida de bala de un ladrón, de un abuelo confundido con un pederasta y el de un camello; todo se debe a un mismo hombre que ha optado por tomarse la justicia por su mano. Cuando este justiciero es ingresado en el Central tras un tiroteo con la policía, le hacen saber que el supuesto pederasta al que había disparado era en realidad el abuelo de la niña, el cual había muerto y ella estaba destrozada. Exige que le permitan pedirle perdón, pero, ante la negativa del personal por el trauma que le podría suponer a la niña, decide pasar de nuevo a la acción; consigue atrapar a Mónica, a quien amenaza con matar si hacen caso omiso de su petición. Finalmente, Carlos y Raúl le convencen para que la suelte y hacen que entienda el daño que podría suponerle a la niña encontrarse de nuevo con el asesino de su abuelo.