Roman Polanski, detenido por haber mantenido relaciones sexuales con una menor hace 30 años

El 24 de marzo de 1977, Roman Polanski fue llevado ante un tribunal de Los Ángeles, acusado de drogar y mantener relaciones sexuales con una niña de trece años en la mansión de Jack Nicholson mientras el actor estaba de vacaciones. Horas antes de ser condenado, Polanski huyó en el primer avión que volaba hasta Europa y desde entonces no ha vuelto a pisar suelo americano.

Dos semanas antes, el cineasta de origen polaco se encontraba en una fiesta, en casa de su amiga Jacqueline Bisset. Había llegado a la fiesta acompañado por una aspirante a modelo de trece años llamada Samantha Geimer. La revista Vogue le había encargado un reportaje fotográfico sobre jóvenes modelos y la primera en posar para su cámara iba a ser Samantha.

Después de un rato en la fiesta Polansky le propuso ir a casa Jack Nicholson con la excusa de que en aquella casa tendrían mejor luz natural para acabar el trabajo.

Anjelica también tenía llaves

El actor, que estaba de vacaciones, era un gran amigo de Polanski desde que rodó a sus órdenes Chinatown (1974). Incluso vivieron juntos una temporada en aquella casa; por eso Roman tenía las llaves.

Con lo que no contaba era con que las llaves de la casa también las tenía la novia de Nicholson, Anjelica Houston.

Cuando Anjelica entró en la mansión encontró a Roman Polanski y a la pequeña Samantha en el jacuzzi, rodeados de botellas vacías de champán, restos de drogas y envases vacíos de Quaaludes, un tranquilizante de moda en la época. Ante el enfado de Anjelica, Polanski mandó a la niña a su casa después de hacerle prometer que no le contaría nada. No fue así. La niña contó todo y al día siguiente el cineasta polaco era detenido.

Anjelica Houston testificó en su contra. Polanski fue acusado de seis delitos: suministrar drogas a una menor, cometer un acto obsceno o lascivo con ella, violación mediante uso de drogas, realización de acto sexual ilícito, perversión y sodomía. En su defensa alegó que la niña le había dicho que tenía experiencia con el sexo y las drogas desde los ocho años.

Roman Polanski se declaró culpable de realizar un acto sexual ilícito a cambio de ser exculpado de los otros cinco cargos. Fue juzgado por violación y justo antes de que el juez dictara sentencia cogió el primer avión para Francia cuyas leyes no permiten que sea extraditado.

Ahora, Samantha Geimer tiene casi cincuenta años y vive en Hawai con su marido y sus tres hijos. Dice que no guarda rencor a Roman Polanski.

Un tribunal de Los Ángeles rechazó el pasado enero la petición de sus abogados para que se cambie la jurisdicción del caso que se sigue contra él.

La defensa de Polanski había pedido que se desestimara el caso, alegando que el sistema judicial de Los Ángeles está sesgado y no es parcial con su cliente. LA