Una víctima de trata fue engañada para ser “peluquera" en Europa

Benin City fue el enclave nigeriano, donde cinco personas increparon a esta mujer ofreciéndole "una vida mejor para trabajar en Europa como peluquera o limpiando pisos por un salario de 40.000 euros". Como mera escapatoria a una situación desgarradora, se vio obligada a ejercer la prostitución en Noruega y después en España para saldar la cantidad "deudora" que les debía tras el viaje.

El rescate fue posible gracias a un cliente que logró retirar a esta mujer y otra afectada también por la misma organización. La víctima ha respondido mediante videoconferencia a las preguntas de la Fiscalía y de las defensas de los cinco procesados: La mujer que se habría encargado de los traslados y que recogía el dinero que ganaban en las calles, el hombre que las alojó en Italia a su llegada de África, el hombre que las alojó a su llegada a Madrid, el individuo que las vigilaba mientras se prostituían y la mujer que tutelaba el piso de Bilbao y recogía sus ganancias.

Deuda saldada con rito vudú

En el momento de la propuesta de "trabajo", la mujer fue informada de que devolvería "esa cantidad recibida" sencillamente mediante un rito vudú. Algo que, en un principio, no le generó muchas dudas. La defensa de uno de los procesados ha cuestionado que de verdad aceptase pagar aquel importe sabiendo que haría el viaje por tierra, algo que cuesta mucho menos. También ha manifestado dudas sobre "que de dependienta o en el servicio doméstico podría devolver 40.000 euros" y ha recibido un "no" por respuesta cuando ha preguntado directamente si alguien "la obligó" a salir de Nigeria.

Sólo tres de los cinco acusados asumen lo sucedido

Ni uno, ni dos. Sólo tres personas de las cinco implicadas han reconocido la "trata de personas" en estas mujeres afectadas. Godwin Othaleyemi ha reconocido que controlaba a las chicas cuando ejercían en las calles de Bilbao por encargo de 'Juliet' y Fred Okome ha admitido que acogía en su piso de Italia a las chicas que iban llegando de África por encargo de esta presunta 'madamme'. Mientras, Paplo Lawrence, que habría hecho lo mismo en Madrid, ha negado tener nada que ver. "No estoy involucrado en coger chicas", ha sentenciado. Abieyuwa Ero, la última de las acusadas, también ha reconocido que gestionaba el piso donde se alojaban las víctimas en Bilbao, controlaba sus horarios y daba parte a 'Juliet' si los incumplían y recogía el dinero que ganaban prostituyéndose en las calles para entregárselo a ella.

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