Así se estrechó el cerco a Bernardo Montoya
Bernardo Montoya se convirtió en sospechoso del asesinato de Laura dos dias después de la desapación. La Guardia Civil y la familia de Laura se lo encontraron al salir de inspeccionar la vivienda de la joven. Le pidieron la documentación y al comprobar sus antecedentes deciden poner una patrulla en su casa. Inician una vigilancia discreta porque piensan que, de tenerla secuestrada, aún puede estar con vida. Montoya comienza a mostrarse huidizo, no vuelve a la casa, pasa por el pueblo de su familia y va a un centro de salud por un golpe en un costado. Todos sus movimientos van convenciendo a los agentes de que puede ser el culpable. Cuando encuentran el cuerpo de Laura, los agentes están siguendo su coche y deciden detenerlo cuando se adentra en un camino.