Laura intentó defenderse antes de que Montoya, rabioso, “la golpease contra el suelo”

Bernardo Montoya ya se había fijado en Laura Luelmo y aprovechó cuando volvía de la compra para abordarla. “A la fuerza la introduce en su casa. Le ata las manos atrás, le pone una cinta en la boca para que no grite y la tira al suelo”.

Laura, atada, consigue darle una patada. “Se levanta y le da la patada en el costado”, explica la Guardia Civil. Ello provocó la reacción violenta de Montoya. “Se cabrea y la coge y la golpea contra el suelo”. Un golpe que más adelante pudo ser mortal.

Entonces, Montoya “se asusta y se la lleva al campo”. Envuelve a Laura en una manta, probablemente inconsciente, y se la lleva al lugar donde encuentran el cuerpo, a 10 kilómetros. Después, la deja allí semioculta. “Se encontraba de cintura hacia abajo desnuda. Estaba cubierta la parte de la cintura hacia la cabeza”.

“Han efectuado una serie de agresiones sobre ella porque se ve claramente”.

Es una zona que ya se había rastreado los primeros días, pero no vieron nada. “Puedo asegurar que hasta que no se estaba a metro y medio no se veía”, afirma la Guardia Civil, que asegura, a través de Ezequiel Romero, jefe de la comanda de la Benemérita en Huelva, que Laura no sufrió en el lugar donde la encontraron. “Consciente… yo les puedo asegurar que no puede haber estado, porque si no, esa posición jamás podría ser como la encontramos”.

No obstante, aún quedan dudas. Una de las más importantes es el resultado definitivo de la autopsia para saber la hora exacta de la muerte de Laura.