Aunque al principio, Jordi prefirió no sacar uno de los temas más controvertidos de la carrera del presentador, después de que Jorge Javier nos mostrara su cara más tímida y autocrítica, la polémica que envuelve al 'Tomate' cayó sobre su conductor. Más allá de su fachada dura, contenida y rebelde, Jorge Javier confesó que le afectan muchísimo los errores que comete dentro y fuera de foco y aprovechó el micrófono para defender a su equipo. Con seriedad y firmeza también lanzó dardos contra sus enemigos.
En la última celebración del Día del Orgullo Gay, el presentador fue grabado en una actitud comprometida, aparentaba estar borracho, de la que todos los medios se hicieron eco denominándolas, 'el cazador cazado'. La distribución de estas imágenes hizo que Jorge Javier tuviera que escuchar constantes críticas, algunas fuera de lugar cómo que era un "saco de grasa". Un tema muy controvertido ante el cual el presentador del Tomate aseguró que "asumo mi parte de culpa pero no acepto que constantemente me llamen borracho". Así, por ejemplo, afirmó: "Me pillaron una vez borracho sí, pero yo trabajo en una productora en la que nunca los jefes proporcionan cocaína a sus trabajadores para que trabajen mejor cuando están cansados; trabajo en una productora en la que, cuando llega una fiesta, los trabajadores no aportan su dinero para comprar de la mejor cocaína; y trabajo en una productora cuyos jefes pueden decir que nunca, por los efectos de la cocaína y de la borrachera, han intentado abusar sexualmente de una compañera". 1
Unas duras declaraciones que dejaron a más de uno con la boca abierta, ya que no fueron las únicas perlitas que Jorge Javier nos regaló. El presentador aseguró además que no se siente un ejemplo del colectivo gay "yo no represento a nadie, sólo a Jorge Javier Vázquez". 2Además, aseguró que habría que hacer una autocrítica profunda sobre los homosexuales, ya que se está publicitando a un gay que no es el real. "Somos tan políticamente correctos que no soportamos que haya diversidad dentro de nuestro mundo".
Serio, directo y sin miedos, Jorge Javier volvió a ser él mismo y consiguió, una vez más, no dejar indiferente a nadie.