Antes de despedirse, la vibración maternal con la que Anne había contactado quiso despedirse de Santiago y decirle que le quiere: “Está diciéndole a Anne que tú no eres el único miembro de su familia, pero eres su chico. Todos me trataron muy bien, pero él es el niño de mis ojos, teníamos un vínculo especial hasta el último día. Le diste un beso de despedida, le llegó mucho, no me dejaste a solas en ningún momento. Tuvimos muchos momentos muy especiales cuando me hacías sentir como una reina. Me gustaban las cosas simples, las cosas sencillas de la vida. No me gustaba desperdiciar mi energía, dile que he recuperado esa energía y vuelvo a ser la de antes”.