Contra la 'lluvia de acero'

SANDRA SALINAS 03/07/2008 09:22

Las bombas de racimo se encuentran entre los tipos de armamento que han de estar reguladas nacional e internacionalmente de un modo más estricto con el objetivo de proteger a los civiles.

Según la organización, estas armas actúan indiscriminadamente causando muertos y heridos mucho tiempo después de que un conflicto haya finalizado. Este es uno de los motivos por los que la organización demandaba en diciembre de 2006 que el Gobierno prohibiera la fabricación de este tipo de armamento.

Desde los años sesenta, las bombas de racimo han sido utilizadas en numerosos conflictos como el localizado en Laos, Kosovo, Afganistán, Irak o Líbano. Según informaba la organización ecologista, en torno a 100.000 personas han muerto como consecuencia de este tipo de bombas. Una escalofriante cifra de la que un 98% eran civiles.

¿En qué consiste una bomba de racimo?

Su peligrosidad radica en la composición. Las bombas de racimo son lanzadas y en su trayectoria desprenden gran cantidad de submuniciones que estallan, en teoría, cuando entran en contacto con el suelo.

Sin embargo, una gran parte de esta submunición que se desprende de las bombas de racimo en su trayectoria, queda en el suelo sin impactar ocasionando un grave peligro para la población.

Debido a estas características y a su peligrosidad de este tipo de armamento, desde el año 1976 algunos países han pedido su prohibición.

El documental de Greenpeace

En su lucha por el desarmen, Greenpeace emite un reportaje abordando toda la problemática generada en torno al uso de este tipo de armamento para acabar con su fabricación. Pero, además, emitirá un reportaje acerca del transporte y un boletín informativo con las noticias de más relevancia para el medio ambiente.El estreno, jueves 03 de julio a las 22:30.