Con cariño y nostalgia, Antonio Orozco recuerda que su padre murió en un accidente laboral cuando él tenía 21 años y su hermano pequeño, Marcos, tenía tan sólo diez meses. "Me tocó ocupar un lugar y todavía hoy me pregunto muchas veces si lo hice bien", confiesa el músico. Sus hermanos, por su parte, agradecen que Antonio ocupara la figura de padre de ambos.