Ángel Nieto ha recordado su temprana pasión por las motos que le llevó, con solo 15 años, a marcharse a Barcelona, donde vivió durante seis meses en el sótano de una frutería para poder trabajar en el taller de Paco Bultó. “Dormí seis meses en el sótano de una frutería, lloraba todos los días, cogía la maleta para irme a mi casa, me acordaba de las motos y me quedaba. Yo sabía que no quería ser mecánico, lo que quería ser era corredor de motos”, cuenta.