El estudio de diseño de Opel cumple 50 años

Esta semana vamos a realizar un viaje a través del tiempo para recorrer el pasado, el presente y el futuro de una marca como es Opel. Y lo hacemos en uno de sus centros más inaccesibles.

Su innovador estudio de diseño, situado en la localidad alemana de Rüsselsheim, cumple estos días 50 años y por este motivo, y excepcionalmente, nos abrieron sus puertas. De esta forma pudimos conocer departamentos como el de dibujo, modelación e incluso ponernos a los mandos de alguna que otra joya histórica que salió de este edificio.

Ya en la puerta, nos esperaban modelos de todo tipo: concept car que nunca vieron la luz, clásicos con el AD" de General Motors, o vehículos tan exclusivos como este Lotus Omega con sus 377 CV.

El primer destino de nuestra visita nos llevó hasta una sala de diseño de los años 60. Época de la que surgieron algunos prototipos que hoy en día todavía siguen inspirando a los maestros dibujantes.

Aquí es donde se lleva a cabo uno de los uno de los pasos más complejos, ya que hay que trasladar la idea al papel.

Pero más difícil todavía es hacerlo de la pizarra al molde en tamaño real. Los modeladores utilizan una especie de plastilina industrial y, a base de precisión y paciencia, crean de la nada una figura con la que poder desarrollar el modelo definitivo.

Acto seguido, y como una de las sorpresas del día, nos pudimos subir al coche que minutos antes estábamos moldeando en arcilla: un Opel GT de 1969, uno de los automóviles más rápidos y aerodinámicos de la época.

Su motor sólo rendía 90 CV pero podía superar los 180 km/h. Además, como buen deportivo clásico, su conducción es ruda y seca, sin concesiones para la comodidad.

La visita finalizó con la simulación de lo que será un futuro centro de diseño. Modeladores 3D, tornos industriales de precisión y sensores ocupaban un centro de trabajo que parecía sacado de una película de ciencia ficción.

Pero hay cosas que no cambian, como la utilización de la ya conocida plastilina o el puro trabajo artesanal.

Pero antes de irnos, no quisimos dejar pasar la oportunidad de subirnos en otro coche histórico de Opel. En este caso, escogimos uno de los más rápidos y radicales: el Speedster turbo.

Se trata de un modelo con un motor que rinde 200 CV, pesa poco más de 800 kilos de peso y acelera de 0 a 100 en menos de 5 segundos.