Una novedad muy esperada por los más puristas de la marca ha sido el Porsche 911 R. Y lo es porque llega en un momento en el que todos los 911 se han pasado a la tecnología turbo y porque las cajas de cambio más vendidas son las automáticas. Y este acabado R, precisamente, es atmosférico, tiene una caja de cambios manual y es el más ligero de la gama.

Se trata de un homenaje a los viejos 911 R de los años 60 y es un guiño a esos gentleman drivers que aún quieren sentirse capaces de dominar un coche sin demasiadas ayudas externas.

Su motor es un seis cilindros bóxer con 4,0 litros de cubicaje y 500 cv de potencia con unas líneas similares a las de un GT3 incluyendo sus llantas o su característico frontal pero sin el alerón trasero fijo.

Pero tenemos una mala noticia: solo se han creado 991 unidades y ya están todas adjudicadas y vendidas.

Además, en el stand de la marca alemana también contamos con la presencia del nuevo benjamín de Porsche: el 718 Boxster. Modelo que llega con 35cv más pero con un 13% menos de consumo. Vehículo que en la parte técnica estrena mecánicas de 4 cilindros y turbo con 2 litros y 300cv en el Boxster 718 y con 2.5 litros y 350 cv en el Boxster 718 S.