"Vamos a mostrar el lado positivo del deporte y los valores de la honradez y respeto por el rival, para lograr así que nuestros hinchas estén mejor educados", afirma el obispo y delegado del episcopado polaco para asuntos deportivos, Marian Florczyk al diario.
Esta especie de "catequesis del fútbol" pretende enseñar tolerancia, sobre todo teniendo en cuenta que miles de extranjeros se desplazarán hasta Polonia para asistir a la Eurocopa 2012. Este evento supone una situación completamente nueva en un país en el que nunca antes se ha celebrado un evento de estas características.
Es por ello que la iglesia ha tomado cartas en el asunto porque, aunque "los polacos somos gente hospitalaria, hay que preparar a nuestra juventud para recibir a las diferentes nacionalidades que llegarán dentro de cuatro años".
Polonia, al igual que en muchos países europeos, ha sufrido en los últimos años el problema del racismo y del antisemitismo en el deporte rey, además de la violencia en los terrenos de juego. Esta situación ha provocado más de un apercibimiento internacional y la preocupación del gobierno.ZA