Según relata el diario británico The Sun, con el coche pasto de las llamas, Yasmine, que fracturó la muñeca, trató de volver a entrar en el coche, como si nada hubiera pasado. Solo había tomado una copa de vodka la noche anterior, declaró a la Policía, que, lógicamente no creyó este testimonio y se la llevó detenida. Las imágenes muestran cómo el atrevimiento o el estado de la joven hizo volar literalmente al coche durante unos metros.
Probablemente sin ser del todo consciente de lo sucedido, la accidentada trató de excusarse afirmando que había sido impulsada por un choque que otro automóvil le habría dado por detrás. Sin embargo, de tal monstruoso accidente la Policía no pudo encontrar prueba alguna en el destrozado coche de Yasmine. Tardará en volver a cogerlo.