El protagonista de éxitos de taquilla como 'Notting Hill' o 'Cuatro bodas y un funeral' está muy preocupado de que la fama le haya vuelto completamente loco. No sólo eso, Hugh también está convencido de que el hecho de ser considerado por todos una auténtica estrella cinematográfica le ha convertido en un "monstruo".
"Creo que me he vuelto un poco loco. Soy una persona muy consentida. En la habitación que tengo en la caravana, siempre insisto en que me laven el edredón. Además siempre exijo una funda de edredón nueva y también almohadas que tienen que haberse lavado al menos siete veces en detergente no biodegradable. ¿En qué clase de monstruo me he convertido? ".
"Antes era pobre y ahora soy rico, eso está bien. Pago a la gente para que se rían de mis gracias. . . es muy egoísta. En días de promoción tengo que estar rodeado de champagne. Soy incapaz de hacerme fotos sin una copa de champán en la mano", añade el actor.