Niemeyer cumple 103 años con proyectos en su mesa y una samba en internet

AGENCIA EFE 14/12/2010 11:36

El creador de los palacios y otros edificios de Brasilia y de numerosas obras en todo el mundo, nacido el 15 de diciembre de 1907 en Río de Janeiro, también dedicará, como todas las semanas, una tarde para sus tradicionales discusiones filosóficas con intelectuales y amigos.

"A él (Niemeyer) le gusta mantener la cabeza ocupada todo el tiempo y por eso nunca ha pensado en parar de trabajar", explica a Efe Vera Lucia Niemeyer, la mujer con la que el arquitecto se casó en secreto a los 98 años y que fue su principal auxiliar durante casi tres lustros.

Ni la edad ni los problemas que lo han llevado al hospital varias veces en los últimos años impiden que Niemeyer trabaje normalmente.

"¿Por qué iba a ser diferente con el trabajo? Él vive normalmente, tiene una dieta normal y sigue tomando su vino. El único cambio es que no fuma desde hace tres meses, pero, cada vez que el médico viene, le pide autorización para volver a hacerlo", asegura Vera Lucia.

El genio de las curvas en hormigón y considerado como uno de los padres de la arquitectura moderna permanece activo tras más de un siglo de vida y comparece diariamente a la oficina desde la que tiene vista privilegiada de la playa de Copacabana, buscando siempre desafíos para la creatividad.

El último ha sido la composición de una samba, cuya versión digital será lanzada mañana y en la que trabajó junto al enfermero Caio Almeida y el músico Edu Krieger.

La letra de "Tranquilo com a vida", una canción sobre la simplicidad del carioca que vive en la favela sin perder la esperanza de que acaben las injusticias sociales, refleja el humanismo de un activista que se mantuvo fiel al comunismo incluso después de la caída del Muro de Berlín y de la desaparición de la Unión Soviética.

La letra la compuso el año pasado cuando estaba hospitalizado por una cirugía de intestino y la melodía la aportó Almeida, quien era su enfermero en la época. La samba salió del anonimato luego de que Krieger la escuchara y pidiera autorización para completarla y darle métrica y armonía.

"No es que quiera dedicarse a la música. Sólo la compuso porque estaba sin hacer nada en el hospital y eso le aburría", explica Vera Lucia.

El reciente anuncio de que Niemeyer lanzaría una samba sorprendió porque la música es un arte en el que al parecer no había incurrido.

"Pero no fue su primera composición. Hace mucho tiempo (1962) lanzó una canción que llegó a ser conocida como la samba del arquitecto", puntualiza Vera Lucia.

Su cumpleaños estará marcado también por la inauguración de uno de los edificios que diseñó para el Centro Cultural Internacional Oscar Niemeyer en Avilés (España).

El artista, que no suele participar en estos actos y siempre ha preferido pasar su aniversario de incógnito, aceptó esta vez asistir a una fiesta en Niteroi, ciudad vecina de Río, para visitar las obras del llamado Camino Niemeyer y acudir al taller de su hija Ana María para el lanzamiento de una nueva edición de "Nosso Caminho".

"A él no le gusta asistir a actos en su cumpleaños pero tampoco se niega cuando vale la pena", aclara Vera Lucia, que es la editora de la revista y quien adelanta que la próxima edición incluirá los diseños de otros cinco proyectos inéditos del arquitecto.

En la edición anterior ya habían sido publicados cuatro proyectos inéditos: la Cámara Municipal de Pozos de Caldas, la Universidad de Música y de las Artes de Araraquara, el Memorial a Ulyses Guimaraes en Río Claro y el Tribunal de Cuentas de Roraima.

El prolífico creador también trabaja actualmente en la catedral de Cristo Rey en Belo Horizonte, el Museo Pelé en Santos, el Acuario de Buzios, una iglesia en la ciudad de Petrópolis y en la reforma del Sambódromo de Río de Janeiro.

Entre sus proyectos actuales en el exterior destacan el Museo de Arte Contemporánea de Punta Delgada, en las Azores (Portugal), la sede de una vinícola en Francia, el Puerto de la Música de Rosario (Argentina), la Biblioteca Árabe-Suramericana en Argelia, una residencia particular en Suiza y un museo de Artes en La Habana, por el que no cobrará nada.

Carlos A. Moreno