El día que Pepe entró en la residencia de mayores San Juan de Palma de la Fundación Gerón en Sevilla puso dos condiciones: quería una habitación individual y permiso para a ir a ver el Sevilla FC. "¿A un bar?", le preguntó Eloísa Ruiz, trabajadora social del centro. "A un bar, no...", le contestó Pepe, "yo voy al campo que para eso soy socio".
Desde entonces, cuando el Sevilla juega Pepe se lleva las llaves de la residencia en el bolsillo y con su carné del Sevilla se va al Sánchez Pizjuán. "Si ese día el Sevilla pierde, no cena", dice Eloísa, "y si gana nos busca y le tenemos la comida preparada". Sin embargo, el pasado jueves algo fue muy diferente.
El día que el Sevilla se enfrentaba en casa al Español, Pepe cumplía 92 años. Él no lo sabía, pero Eloísa, también sevillista, llevaba semanas intentando organizarle a escondidas un cumpleaños muy especial. "No me vayas a hacer sorpresas", le advertía Pepe, pero la sorpresa entró por la puerta sin avisar.
Hasta su residencia viajó el exjugador Antonio Álvarez, una de las leyendas del Sevilla, para felicitarle su cumpleaños. Y de regalo le trajo un mensaje de Óliver Torres. "Por gente como tú el fútbol tiene sentido", le decía el centrocampista sevillista en un vídeo que venía acompañado de una entrada para ver el partido en tribuna.
Antes del partido, Pepe recibió una camiseta del equipo de manos del presidente Pepe Castro y acompañado por su sobrino, vio el encuentro en el que el Sevilla venció tres goles a dos al Español. "Prefiero estar en mi sitio de la grada donde puedo gritar los goles", confiesa Pepe, que tras la victoria accedió a la zona mixta.
"Estás hecho un chaval", le dijo Óliver Torres, al que finalmente conoció en persona. "Puedo jugar con vosotros si queréis", le respondió Pepe con una sonrisa que lleva puesta desde el jueves. "Y desde entonces no deja de hablar de ese día", cuenta Eloísa a NIUS... El día en el que le regalaron el mejor cumpleaños de su vida.