Elena Sofía, Chelo, Verónica, Rocío, Estefanía y Trini son ocho mujeres sevillanas que comparten un grupo de WhatsApp llamado 'las chicas del cable' por haber pasado buena parte de su tiempo atadas a un conducto de goma adherido a su cuerpo por culpa de una enfermedad renal.
Todas ellas son pacientes del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla y lo bueno es que seis de ellas ya han recibido un trasplante que les ha cambiado la vida (dos están pendientes de la intervención). Ahora, 'las chicas del cable' tienen otra prioridad y es, una vez todas tengan el trasplante, celebrarlo por todo lo alto viajando juntas al Caribe.
A las ocho mujeres las une la amistad, la fortaleza y el mencionado catéter con el que han vivido conectadas a una máquina de diálisis: "Es la que nos da vida en este momento. Es una opción de vivir". Son pacientes impacientes por vivir que el equipo de nefrología del hospital sevillano decidió presentar en una cita a ciegas. Y compartieron mucho más que la espera de un donante de riñón, como decimos.
"Te divirtieron muchísimo. Porque tenían que hacer la misma dieta, las mismas comidas...". "(El proceso) repercute sobre todo en la salud mental". Las ocho formaron el grupo de WhatsApp para lo malo -"cuando me dijeron que tenía que empezar con la diálisis lo llevaba muy mal", "yo escribía por el grupo 'tengo este problema', y a la que contestaba la llamaba por teléfono"- y para prometerse un futuro -"la promesa es que cuando estemos trasplantadas nos vamos todas al Caribe", "ya hay seis, nos quedan solo dos"-. Gracias a la donación ya están terminando el camino que las llevará bien lejos del hospital.
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