Los Yago premian a Ruíz Caldera, Ángela Molina, Pedro Casablanc y Filmin

EUROPA PRESS 02/03/2016 13:20

En su segunda edición, los Premios Yago, se postulan como una alternativa a los polémicos Premios Goya, buscando el reconocimiento de 'los grandes olvidados' de la gran gala del cine español. Siguiendo en su irreverente línea, el primer premiado fue Pedro Casablanc. que recibió el premio a 'nominado no ganador' por su interpretación en 'B, la película'.

Como novedad de este año, debido a la participación de la marca de ginebra Hendrick's como principal patrocinador, el premio recibido por Casablanc ha pasado a llamarse premio al 'ganador impepinable'.

Tras recibir el premio presentado por David Ilundain, el director de B, llegó el turno a la categoría de 'no nominado', un premio destinado a Javier Ruiz Caldera. Sin embargo, antes tuvo lugar la presentación del premio a manos de Imanol Arias, que encendió y emocionó al público a partes iguales con un discurso sincero, directo y tremendamente divertido.

El actor no dudó en alabar la 'autenticidad' de los premios Yago, a la vez que criticaba de manera rotunda a los Premios Goya. Tras regenerar la polémica, Arias alabó al premiado subrayando cómo Ruiz Caldera le enseñó a no tomarse nada en serio y disfrutar. "Es el premio que más ilusión me hace de toda mi carrera", reconoció Ruiz Caldera.

El tercer premio, correspondiente al 'personaje históricamente olvidado' por los Goya, fue para Ángela Molina. La actriz de Blancanieves no pudo asistir a la gala por encontrarse en Argentina pero su presenci estuvo latente gracias a Pablo Berger, quien empezó su discurso declarándose "presidente del club de fans de Ángela Molina", y añadiendo que "todo el mundo debería poner una Ángela en su vida.

La última categoría, que corresponde al premio 'no reconocido' fue recogido por José Antonio de Luna, cofundador de Filmin, quien agradeció el premio a todos los asistentes por su profesionalidad. La gala concluyó en El Sótano hasta su cierre, con invitados como Paco León o Diego San José, con la promesa de volver el año que viene y, quien sabe, tal vez llegar a ser algún día unos premios tan prestigiosos como los Goya.