El Clínic de Barcelona trasplanta el útero de una madre a su hija para que pueda quedarse embarazada

  • Es el segundo trasplante de útero que realizan en el Hospital Clínic de Barcelona

  • Después de dos meses la paciente ya ha tenido su primera menstruación

  • Se espera que a finales de este año se pueda implantar el primer embrión

Mayra está más cerca de poder ser madre gracias al trasplante de útero que le han realizado en el Hospital Clinic de Barcelona. Sufre el síndrome de Rokitansky, una defecto congénito en su aparto reproductor que hace que no tenga la regla. La joven se había hecho la idea de que nunca podría quedarse embarazada hasta que su madre se ofreció para donarle su útero. La operación duró 18 horas y después de dos meses ya ha tenido su primera menstruación. Se espera que a finales de este año se pueda implantar el primer embrión.

"Yo siempre he tenido claro que no podría tener hijos. Con los años asumí que para mi no era un problema pero si que pensaba que podría serlo para mi pareja. Un verano mi pareja se fue de misión y al volver me dijo que quería que fuésemos padres. Empezó a investigar y encontró que en 2014 había nacido el primer bebé por trasplante de útero en Suecia", explica Mayra.

Pasó 18 horas en quirófano. Asegura que se le hicieron eternas pero el 12 de abril le dieron el alta y el 22 de mayo tuvo la regla por primera vez. "Fue mi impactante, en teoría en seis meses hacen la primera transfusión de embrión", explica.

Respecto al primer trasplante, en este caso se ha modificado la cantidad de embriones viables. La paciente receptora del primer trasplante tuvo la primera menstruación al mes y medio de la operación, pero aún no se ha conseguido un embarazo viable. Entonces se disponía de 4 embriones sanos, pero esta vez se han conseguido 16 de la paciente receptora o que aumenta las posibilidades de embarazo en esta segunda ocasión.

La menstruación por primera vez

Este es el segundo trasplante de útero que llevan a cabo en el Hospital Clínic. La intervención ha sido liderada por el Dr. Francisco Carmona, Jefe del Servicio de Ginecología, y el Dr. Antonio Alcaraz, Jefe del Servicio de Urología y Transplante Renal.

Se ha realizado de madre a hija porque uno de los requisitos para realizarlo es que las mujeres candidatas estén emparentadas por lazos familiares de primer o segundo grado. Cumplir los requisitos de compatibilidad inmunológica, que la donante ya haya cumplido su deseo gestacional, y que las dos personas estén sanas. Por un lado, para que la cirugía no represente un riesgo para ellas, y por otro, para que la receptora tolere bien el tratamiento inmunosupresor.

Al principio iba a ser su hermana la que le donará el útero pero yo le dije que no, que ella todavía era muy joven y que lo iba a hacer yo

"A mi no me tocó tomar la decisión. Siempre quise que mi hija fuese madre. Al principio iba a ser su hermana la que le donará el útero pero yo le dije que no, que ella todavía era muy joven y que lo iba a hacer yo", explica la madre.

Operación muy compleja

La operación no fue sencilla. El útero es un órgano anatómicamente muy complejo. Tiene una red de venas pequeñas y frágiles en lugar de venas visibles y bien establecidas como pasa con otros órganos. La vascularización de este órgano se multiplica por 20 cuando hay embarazo, pero está muy poco vascularizado cuando no lo hay. “Estamos hablando probablemente del trasplante más complejo que se emprende. Solamente equiparable a trasplantes de cara con la diferencia que en un trasplante de cara puede haber éxitos parciales, aquí no”, explica el Dr. Antonio Alcaraz.

Además, en esta segunda operación se ha introducido alguna modificación tecnológica. El equipo ha contado con un exoscopio. Se trata de un dispositivo nuevo que el hospital ha incorporado hace pocos meses y que consiste en una lente de gran aumento y alta definición de imagen. Este dispositivo ha ayudado en la cirugía de banco, momento en que el útero está fuera del cuerpo y se prepara para poder ser transferido, y en el implante en cirugía abierta.

"Como pico especialmente difícil es casi al final de la cirugía de la donante, cuando el útero está unido solo por las venas y arterias que vamos a conservar, abrimos la vagina y el útero está muy móvil. Ya solo le aguantan las venas y las arterias. No hay ligamentos, no hay nada. En ese momento es tremendamente fácil cometer un error y hacer un movimiento brusco o hacer algo que lesione la vascularización y que perdamos el órgano para trasplantar", añade el Dr. Francisco Carmona.

La meta: que una mujer de a luz

El proyecto involucra a un equipo formado por más de 50 profesionales, y de ellos, 20 fueron los que llevaron a cabo la operación, entre especialistas en cirugía urológica y ginecológica, de anestesia y personal de enfermería. Se pone así de manifiesto la capacidad del hospital para organizar un equipo multidisciplinar, cuya coordinación representa un paso importante para garantizar el éxito.

“Estamos avanzando de manera adecuada pero aún no hemos llegado a la meta. Nos falta el éxito final que es poder asistir al nacimiento de un bebé”, comenta el Dr. Francisco Carmona.

Actualmente en todo el mundo se han realizado aproximadamente 100 trasplantes y su viabilidad está alrededor del 80%. Ya han nacido 30 niños hasta la fecha. En general se espera unos 6 meses después de la operación para hacer la transferencia de un embrión y las mujeres se suelen quedar embarazadas entre la cuarta y la quinta transferencia. Con este tipo de trasplante existe un 40% de recién nacidos sanos viables, mientras que con la fecundación in vitro estándar, la tasa de recién nacidos viables por pareja que inicia el proceso no llega al 20%.