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Cuarenta años después del estreno de series o películas policiales como 'El Coche fantástico', 'Robocop', 'El halcón callejero' o 'El trueno azul', la lucha mundial contra el crimen ha llevado a los cuerpos de policía a usar algunas de las herramientas tecnológicas que en esa época parecían cosas del futuro pero que hoy son una realidad. El reconocimiento facial, anticiparse a los delitos y los delincuentes o la conexión total e instantánea entre los agentes y las bases de datos está haciendo posible que esa policía de ciencia ficción sea ya una realidad.
Pero lo cierto es que esa realidad ya está aquí e incluso, la hemos superado. Recientemente, la Organización Internacional de Policía Criminal o Policía Internacional (Interpol) anunciaba el lanzamiento de su primera oficina en el metaverso, en la que ofrecerá formación para investigadores y policías, y con la que muestra su intención de comprender y atajar los delitos en este entorno virtual.
Para demostrar que es posible operar contra la delincuencia también en el mundo digital la Interpol hizo una demostración de sus capacidades operativas en el metaverso en el marco de la 90ª Asamblea General, que tuvo lugar en Nueva Delhi (India), dando a conocer la réplica en este espacio virtual de su sede, la Secretaría General en Lyon (Francia).
Según Interpol, esta versión en el metaverso permitirá a los trabajadores del organismo "interactuar con otros funcionarios mediante sus avatares sin límites geográficos o físicos", algo que también permitirá que los agentes de todo el mundo puedan realizar cursos intensivos de investigación forense, así como adquirir otras habilidades y capacidades policiales.
En un reciente informe de Interpol recogido por el diario El Mundo ya se aborda cómo se está conformando esta policía de ciencia ficción que hoy es realidad. En este documento titulado 'Escaneando el futuro de la policía: primeros pasos hacia un nuevo paradigma global' este organismo supranacional recuerda que "las tendencias mundiales están transformando el contexto operativo de la actuación policial" en el que "la aplicación de la ley se enfrentará a un mundo en el que lo físico y lo digital están cada vez más entrelazados, el crimen es cada vez más complejo y transnacional, y las expectativas sociales evolucionan rápidamente".
La policía mundial ha tenido en cuenta los resultados de una investigación realizada por la firma tecnológica Gartner para mostrar la necesidad de crear un espacio útil y realista en el metaverso. Este estudio advierte que, para 2026, una de cada cuatro personas pasará al menos una hora diaria en el metaverso para trabajar, comprar e interactuar con otros usuarios.
En base a estas previsiones de futuro, Interpol espera proteger a las comunidades, abordar las amenazas y garantizar su estado de derecho también a través del metaverso. También sabe que, a medida que crezca la cantidad de usuarios en el metaverso, también lo harán los delitos reconocidos y tipificados a nivel mundial, como el acoso sexual, el 'phishing', el fraude financiero o el 'ransomware', entre otros.
Las series de los 80 adelantaron muchos de los conceptos que ahora vemos en las calles. Agentes con gafas dotadas de sistemas de detección biométrica capaces de localizar a presuntos delincuentes en situación de búsqueda o captura, uso de drones policiales vigilando día y noche calles, manifestaciones o concentraciones ciudadanas, dispositivos de conexión permanente entre los agentes con las centralitas, las bases de datos y los ciudadanos. Y todo un amplio materiales y sistema de armamento ofensivo y defensivo como las pistolas táser, los exoesqueletos, escudos y cascos más resistentes dotados con sistemas de grabación y vigilancia conectada.
Todos estos avances, el uso de la Inteligencia artificial, las bases de datos globales con información biométrica de los ciudadanos, la geolocalización móvil, la hiperconectividad de los ciudadanos y de los agentes, la letalidad de las nuevos sistemas armamentísticos, preocupan a los responsables políticos que temen el riesgo de la discriminación o el uso de tecnologías controvertidas.
Muchas de esta ventajas tecnológicas basadas en la inteligencia artificial han de ser vigiladas y corregidas por humanos para evitar sesgos raciales a la hora de identificar supuestos sospechosos. También preocupan los sistemas de reconocimiento facial automático en los espacios públicos porque a los ciudadanos solo pueden ser sometidos a vigilancia si son sospechosos de haber cometido un delito. Esto significa que las técnicas predictivas basadas en datos de comportamiento deberían estar abolidas en sociedades democráticas.