{{#section.link.href}}
{{section.link.title}}
{{/section.link.href}}
El pez remo no es un visitante bien recibido. Se dice que docenas de ejemplares de esta especie aparecieron en las costas de Japón unos meses antes del tsunami que causó el desastre de Fukushima, algo inusual, puesto que se trata de un pez que nada en aguas muy profundas. También se dejó ver en una playa de México antes del terremoto de 7,5 en el año 2020. ¿Por qué se dice que anuncia catástrofes?
El pez remo, también llamado pez sable, es el más largo del mundo, con hasta 11 metros. Esto lo ha consagrado como el “rey de los arenques”. Pero su mala fama le precede allá donde va, por lo que suele causar nerviosismo en las comunidades costeras cuando aparece en una playa.
Tiene un aspecto curioso y fácilmente reconocible, similar al de una cinta, aunque a lo grande. No tiene escamas, por lo que su piel es viscosa y plateada, y posee una mandíbula con dientes potentes que le permite masticar desde pequeños peces hasta crustáceos y calamares.
La mitología japonesa bautiza al pez remo como Ryugu no tsukai, que en español significa el “Mensajero del Dios del Mar”.
Este animal de 200 kilos que nada en profundidades de hasta mil metros solo sale a la superficie si está enfermo, a punto de morir o para anunciar un suceso negativo, ya sea un terremoto, tsunami, inundaciones o huracanes. Los japoneses creen además que quien se tope con él quedará maldito.
La creencia de que el pez remo anuncia catástrofes naturales cogió fuerza con el sismo que desencadenó el desastre de Fukushima. Entre 2009 y 2010 se produjeron avistamientos inusuales de la especie en las costas de Japón que hicieron temer lo peor; el 11 de marzo de 2011, la región de Tohoku registró el mayor terremoto de la historia del país, de magnitud 9 en la escala de Richter, que acabó con la vida más de 19.000 personas.
Hay algunas teorías científicas que explicarían su poder premonitorio. Se cree que el pez remo, como otras especies de aguas profundas, es muy sensible a los movimientos de fallas activas, lo cual los hace salir a la superficie.