La Feria de Le Bourget cumple cien años en plena depresión de la industria aérea

AGENCIA EFE 14/06/2009 12:50

El mayor evento mundial del sector afronta sus cien años de vida en medio de previsiones modestas, o en recorte, en cuanto a crecimiento de mercados, y de moderación por lo que se refiere a lanzamiento de novedades, puesto que muchos fabricantes prefieren esperar tiempos mejores.

La Feria de Le Bourget, situada en el que fue el primer aeropuerto de París, a unos diez kilómetros al norte de la capital, contará este año con más de dos mil expositores de 48 países y sus organizadores exhiben un optimismo que contrasta con la realidad industrial.

Este acontecimiento de la industria aeronáutica y espacial, que se celebra cada dos años, es el escenario habitual de rivalidades entre los dos grandes fabricantes mundiales de aviones comerciales: Boeing y Airbus.

Pero ambos acuden a Le Bourget con un mercado que se mueve en términos muy diferentes a los que dominaron la escena de esta misma feria en su edición anterior, en 2007, en la que los dos gigantes anunciaron que se habían hecho con unos 800 encargos para entregar otros tantos aparatos.

En lo que se refiere a Boeing, anunció esta misma semana que rebaja sus previsiones de demanda para nuevos aviones y que se concentra en asegurar la entrega de los pedidos existentes.

La compañía estadounidense ha rebajado en 400 el número de pedidos de aeronaves que espera que absorba el parque mundial en las próximas dos décadas, hasta alcanzar un total de 29.000 nuevos encargos para todos los fabricantes.

La región Asia-Pacífico se llevará una tercera parte de los nuevos pedidos en los próximos veinte años, asume Boeing, cuyos responsables sin embargo han adelantado que la evolución del mercado puede ser diferente a pesar de las perspectivas poco favorables que dominan en 2009.

El competidor europeo, Airbus, acude a la feria tocado por un accidente aéreo, el del A330 de Air France siniestrado el 1 de junio, que además ha puesto en duda alguno de los dispositivos con los que vuelan esos aparatos.

Antes de la catástrofe del avión francés, Airbus ya había tenido que reconocer retrasos y problemas en algunos de sus modelos estrella de los últimos años: el gigante A380, el avión comercial más grande de la historia, y el de transporte militar A400M.

En cuanto al A380 Airbus, ya ha anunciado que ralentizará el calendario de entrega de aparatos, antes de que la semana pasada el presidente francés, Nicolas Sarkozy, comunicara un acuerdo con la canciller alemana, Angela Merkel, para darse "un plazo de seis meses" durante el cual se discutirá sobre el futuro del A400M.

El constructor europeo y los siete países firmantes del programa de lanzamiento de este avión militar (Alemania, Francia, España, Reino Unido, Bélgica, Luxemburgo y Turquía) ya habían acordado dejarlo en suspenso hasta finales de junio para renegociar el contrato.

Airbus cree que el presupuesto inicialmente considerado -20.000 millones de euros para fabricar 180 unidades- era demasiado ajustado y además ha habido un incremento de muchos costes de la fabricación.

Otro de los protagonistas del mercado parisino, el grupo francés Dassault Aviation, llega a Le Bourget después de haber anunciado la revisión a la baja de sus entregas previstas de aviones "Falcon" -de 90 a unas 80- ,y que no espera mejoras antes de final de año.

Escenario de firma de contratos, pero también de exhibición de la industria y de novedades técnicas, esta vez Le Bourget tendrá menos aviones en sus pistas, según ha reconocido la propia organización.

No obstante, habrá alguna presentación estrella, como la del "Sukhoi Superjet 100", el primer avión ruso de pasajeros de nueva generación desde la caída de la URSS, que pretende competir por el mercado mundial de vuelos regionales, que es actualmente el de mayor demanda.

El fabricante austríaco Schiebel aportará otra de las novedades anunciadas de la Feria, el helicóptero no tripulado Camcopter, que se exhibirá en vuelo y en primicia dentro de un evento comercial.

Javier Alonso