'Google Glass', un producto de dudoso futuro que no usan ni los empleados de la compañía

Informativos Telecinco 05/01/2014 19:27

Con todo el camino aún por recorrer, las denominadas 'Google Glass', las gafas de realidad aumentada que el gigante Google pretende instaurar paulatinamente en el mercado y en la sociedad, aún despiertan multitud de inquietudes y dudas al respecto de su utilidad y sus posibles aplicaciones.

Tal es así, que el experto en tecnologías Robert Scoble apunta que el producto actual está abocado irremediablemente al fracaso. Más allá de profundizar en sus problemas tecnológicos y ahondar en aquellas dificultades que pudieran hacer del dispositivo algo incómodo de emplear, –cuando en realidad el propósito para el que han sido inventadas busca lo contrario; aportar comodidad–, la razón que ofrece para argumentar su afirmación no es otra tan sólida que el hecho de que sus propios creadores se muestran reacios a utilizarlas.

Ni siquiera los empleados tienen interés en ponérselas y aprovechar sus funciones, entre las que se encuentran tareas como la lectura de correos electrónicos, la consulta de mapas virtuales o realizar fotografías de lo que se está contemplando con solo guiñar el ojo, todo ello sin necesidad de acudir a un Smartphone y sin mover las manos.

Además, Scoble señala que a pesar de las grandes expectativas que surgieron en torno a las Google Glass especialmente durante los seis primeros meses de 2013 tras el anuncio de su lanzamiento, ni siquiera aquellos amantes de la tecnología que pudieron disfrutar del producto lo convirtieron en algo importante para sus hábitos de consumo tecnológico ni para su vida diaria. Lejos de ello, confiesan no usarlas muy a menudo, y es por ello por lo que portales especializados en este tipo de tendencias del mercado como 'Business Insider' apuntan que si ni los propios empleados de google ni los amantes de estas innovaciones consiguen calificar como una herramienta útil a este dispositivo, entonces las Google Glass están verdaderamente lejos de poder llegar al usuario convencional.

Tal como recoge RT, John Gruber, experto en ciencias de la computación, define el problema del siguiente modo: "Cuando los mismos empleados no utilizan o apoyan su producto, el problema lo tiene el producto".

Por tanto, aunque es evidente que el flujo del mercado y las tendencias de consumo pueden ser en ocasiones muy impredecibles, lo cierto es que hay indicios que señalan que en esta ocasión el dispositivo de Google necesita muchos cambios si quiere verdaderamente instalarse entre los productos tecnológicos que emplea habitualmente la sociedad.