En concreto, la consulta revela que los casos de ciberacoso y violencia se multiplican cuando los jóvenes se sitúan entre los 13 y los 16 años. En este sentido, los entrevistados aseguran que el 16 por ciento de sus hijos han sido víctimas de vídeos en los que se mostraban situaciones de violencia, peleas o acoso escolar. Además, el 13 por ciento de los menores situados en esta franja de edad, ha sufrido el robo de la identidad digital y otro tanto por ciento ha activado "sin querer" un servicio de pago.
Por otro lado, el sondeo muestra que el 21 por ciento de los encuestados afirma que sus hijos "han vivido situaciones incómodas en Internet", tales como recibir contenido sexual explícito no deseado, el 13 por ciento de los casos; así como sufrir acoso escolar a través de la grabación de videos con violencia y peleas, en un 12 por ciento. Asimismo, los datos reflejan que los menores han sufrido también el robo de la identidad digital (10 por ciento), han activado "sin querer" un servicio de pago (10 por ciento) o han sufrido ciberacoso (8 por ciento).
Ante estas cifras, el 25 por ciento de los hogares ha fijado reglas "estrictas" sobre el uso de Internet, centradas en limitar el tiempo que los menores pueden pasar conectados. Mientras, un 60 por ciento de las familias prefieren reglas "flexibles" y un 15 por ciento manifiesta no haber establecido ninguna regla.