Nuevos problemas para Pablo Soto por sus programas P2P

INFORMATIVOS TELECINCO 15/06/2009 14:04

Según El País, en el momento en el que un usuario pretende descargarse unos de los programas creados por Soto aparece un aviso en el que se explica que dichos programas están protegidos por los derechos de autor.

Concretamente, en el caso del programa Manolito, prosigue el diario, el usuario se encuentra con el siguiente mensaje: "El software está protegido por derechos de autor y otras leyes de propiedad intelectual, y por tratados internacionales. Reconoce que no se le transfiere ningún derecho derivado de la propiedad intelectual de este software. También reconoce que todos los derechos de propiedad relacionados con el software seguirán siendo propiedad exclusiva de MP2P Technologies"

El mismo mensaje prosigue advirtiendo sobre el derecho a copia de los citados programas: "El usuario tendrá derecho a una copia de software para su uso en un dispositivo informático. El usuario podrá, sin embargo, hacer una copia adicional del software sólo con objeto de ser una copia de seguridad. El usuario no podrá, bajo ningún concepto, volver a distribuir los componentes ejecutables, ni partes de los mismos ni para su uso exclusivo íntegro dependiente de su propio software. El usuario no podrá, bajo ningún concepto, volver a distribuir el software como anteriormente se menciona sin abonar los royalties correspondientes a MP2P Technologies".

Pablo Soto se sentó el pasado 19 de mayo en el banquillo acusado por los grandes de la industria audiovisual. Los demandantes reclamaban más de 13 millones de euros por daños y perjuicios al asegurar que el programador informático desarrolló sus aplicaciones "con evidente ánimo de lucro" y con "una conducta parasitaria".

El primer día de juicio, Soto aseguró que las herramientas creadas por é mismo "son neutrales" y que "no han sido diseñadas para transmitir archivos protegidos por los derechos de autor".

Tras quedar visto para sentencia, Soto espera un fallo firme que juzgue o no la creación de sus polémicos programas. EPF