Un brote de una enfermedad mortal porcina puede haber sentado las bases para que el covid19 se arraigase en los seres humanos, según sugiere un nuevo análisis. La actual pandemia de peste porcina africana (PPA), que se originó en Georgia en 2007 y se propagó a China en 2018, podía haber aumentado la probabilidad de contacto de humanos con huéspedes animales o productos contaminados con el coronavirus SARS-CoV-2.
Un nuevo estudio, realizado por especialistas de la Universidad de Glasgow y la Universidad de Xi’an Jiaotong-Liverpool, explica la caída drástica de la oferta de carne de cerdo en China (una carne masivamente consumida), que conllevó un aumento radical de su precio, debido a la presencia de la PPA en el país asiático.
"Este cambio drástico provocó un movimiento inusual de animales y sus derivados, ya sean vivos, refrigerados, congelados o procesados, lo que aumentó la probabilidad de contacto de humanos con huéspedes animales o productos contaminados con el SARS-CoV-2», señala el estudio, publicado en el portal PrePrints el pasado miércoles.
Los responsables del estudio recalcan que todavía se desconocen los detalles de cómo llegó el coronavirus a la ciudad de Wuhan y desde dónde. El estudio, como todos los que se publican en 'Preimpresiones' es un informe preliminar, que no está revisado ni contrastado por otros especialistas.
En los estudios y muestreos que se han realizado para intentar dar con el animal o animales que transmitieron el virus a los humanos se ha buscado en animales animales y productos animales vendidos en el mercado de Huanan, pero ninguna muestra ha revelado evidencias de SARS-CoV-2. Pero los expertos admiten que, aunque se desconoce la fuente de exposición de las personas y su vínculo con el mercado de Huanan, el virus podría haberse introducido en el mercado a través de seres humanos infectados, animales contaminados o productos de origen animal, posiblemente congelados.