El turismo de festivales ha vuelto este año con más fuerza que nunca. Después de la pandemia, España vuelve a ser el destino musical más demandado. El impacto económico espera superar los 382 millones de euros del 2019.
La música suena en toda España. El país es el primer destino del mundo en turismo de festivales musicales. Este año, se espera que la facturación supere los 400 millones de euros. En solo seis años, el ritmo es imparable con un crecimiento de un 111%, 224 millones de euros más. Las cifras dan la nota. Este verano, hay más de 100 festivales de música y el gasto medio de cada turista es de 300 euros. Algunos, también baten récords de baile: ‘Primavera Sound’, con 500 000 personas; ‘Mad Cool’, con 300 000 o el ‘BBK Live’ con 115.000 asistentes.
¿A cuánto asciende el impacto económico? Una villa pequeña como Aranda de Duero con su ‘Sonorama’, supera los tres millones de euros. No obstante, los más grandes, como el ‘Viña Rock’, deja 22 millones de euros y casi 5000 puestos de trabajo.
El verano musical también cuenta con aplazamientos, como la del concierto que el canadiense Bryan Adams iba a ofrecer este 14 de julio en Vigo y que, debido a problemas técnicos "insalvables" vinculados al montaje, se ha aplazado al 19 de julio, fecha ésta en la que iba a actuar en Valencia y que, debido a imprevistos y problemas en la producción técnica, se ha cancelado.
No por problemas técnicos, sino de salud, otro músico que ha aplazado su gira por España ha sido Alan Parsons quien, entre sus conciertos, tenía uno previsto en Madrid el 3 de julio. Además, y aunque finalmente se celebró el pasado mes de junio en sus fechas, el festival "O Son do Camiño" pendió de un hilo cuando días antes tres trabajadores sufrieran heridas de diversa gravedad al derrumbarse parte de su escenario durante el montaje.
Eso sí, finalmente pudieron actuar Jason Derulo y Tiësto, Khea, La Maravillosa Orquesta del Alcohol, Rigoberta Bandini, Nicki Nicole o el artista madrileño C. Tangana.