Cine

El cine que dará gratis sus películas hasta nueva orden

Cultura llevará gratis al cine a los alumnos españoles con 'Cine Escuela': "Hay que crear cultura cinéfila"
Las obras del cine han provocado esta decisión
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En unos tiempos en los que parece que casi todo esté subiendo de precio, empezando por la cesta de la compra y terminando por el ocio, hay un lugar en Madrid que ha decidido remar a contracorriente. El Cine Doré, sede histórica de la Filmoteca Española, proyectará todas sus películas de forma gratuita durante los próximos meses, según anunció el Ministerio de Cultura. El motivo no es una campaña de marketing ni una medida puntual de promoción, sino una decisión que acompaña a las obras de mejora de accesibilidad que el edificio acometerá desde este otoño.

Cine Doré

Ubicado en la calle Santa Isabel, número 3, en pleno barrio de Lavapiés, el Doré es uno de los grandes templos del cine clásico en España. Desde 1989 alberga las proyecciones públicas de la Filmoteca Española, y su cartelera, que puede considerarse todo un recorrido por la historia del cine español e internacional, se ha convertido en una cita ineludible para los cinéfilos madrileños. Ahora, con motivo de estas obras de adaptación del edificio histórico, todas las sesiones serán gratuitas hasta nueva orden.

Cine gratis… y de autor

Según ha confirmado la Filmoteca Española, el acceso libre se mantendrá mientras duren las obras, que afectarán principalmente a los accesos y zonas interiores para garantizar la accesibilidad universal. De esta forma, el Ministerio de Cultura ha querido compensar las posibles molestias del público con esta medida extraordinaria.

Así, hasta próximo aviso las entradas costarán 0 euros, tanto si se reservan online como si se recogen en taquilla. Sin embargo, aunque se pueden recoger entradas en la taquilla, es mejor actuar con antelación, aprovechando que las localidades pueden reservarse hasta tres días antes de cada sesión, y los pases más esperados se agotan con rapidez. En circunstancias normales, el precio habitual era de tres euros.

La cartelera mantiene el sello característico del Doré con predominancia del cine español restaurado, grandes clásicos de Hollywood, joyas europeas y documentales de autor. Estos meses destacan ciclos dedicados a directores como Víctor Erice o Agnès Varda, junto a retrospectivas temáticas organizadas por la Filmoteca. En total, se programan más de una decena de títulos cada semana, todos en versión original y proyectados en condiciones óptimas de imagen y sonido.

Un plan perfecto para cinéfilos

El Doré no es solo un cine. Es, para muchos madrileños, un refugio cultural en el que el tiempo parece detenerse. Su fachada modernista y su cartel luminoso forman parte de la memoria sentimental de varias generaciones. Y su público habitual, mayoritariamente adulto, amante del buen cine y del debate posterior, encaja de lleno con el perfil cinéfilo, curioso, culto y con gusto por los placeres tranquilos.

Para muchos, se trata de un espacio de resistencia frente a la uniformidad cultural de las plataformas, y esa frase cobra hoy más fuerza que nunca. En un contexto donde las pantallas domésticas dominan el consumo audiovisual, volver al Doré es reivindicar la experiencia colectiva, el ritual de sentarse en la butaca y compartir silencio y emoción con desconocidos.

Además, la Filmoteca aprovecha la ocasión para reforzar su misión pedagógica: acercar el patrimonio cinematográfico al mayor número posible de ciudadanos. Ver gratis títulos como El espíritu de la colmena, Los olvidados o Amarcord no es solo un placer estético, sino también un acto de memoria cultural.

Cómo aprovechar la oportunidad

Aunque las sesiones sean gratuitas, conviene tener en cuenta algunos consejos prácticos. En primer lugar, conviene reservar con antelación. Las entradas pueden solicitarse online a través de la web oficial de la Filmoteca Española, y los pases suelen completarse con rapidez. También es importante llegar con tiempo. El acceso puede verse afectado por las obras, y la sala mantiene un aforo limitado. Y finalmente, consultar la programación semanal, que se actualiza con ciclos y coloquios frecuentemente.

Las obras se prolongarán al menos tres meses, aunque la Filmoteca no ha fijado aún una fecha definitiva para la vuelta a la normalidad.

El Cine Doré sigue demostrando que la cultura pública puede ser accesible, rigurosa y popular al mismo tiempo. En un momento en que el ocio cultural se encarece, gestos como este reivindican el valor de lo común. Su pantalla, que durante décadas ha proyectado desde Murnau hasta Almodóvar, se convierte ahora en símbolo de algo más: la posibilidad de disfrutar del mejor cine sin que el bolsillo sea una barrera.

Quizás por eso, más que un regalo puntual, esta medida se siente como una declaración de principios. Mientras duren las obras, el Doré será un pequeño milagro en Lavapiés: una sala donde cada proyección recuerda que el cine, al igual que la cultura, no debería tener precio.