¡Cuidado! Alex y sus drugos vuelven

FERNANDO MORALES 22/10/2009 06:22

La historia del ultraviolento y alienado por la música Alex DeBarge y su pandilla de drugos vuelve al cine con sus patadas, sus vasos de leche con droga del Korova. Tildada de fascista por el New York Times en su estreno, Alex y sus amigos son unos ídolos tanto para grupos de extrema derecha como para libertarios y punkis que creen ver en ellos la representación de valores propios. Se ha tenido que esperar vairas décadas para que crítica y público empieza a ver la película como el actor que interpretó a Alex, Malcom McDowell, la calificó en el pasado festival de Sitges: "una comedia negra".

Kubrick en esta película indaga un poco más "en el futuro del hombre" según Roman Gubern historiador del cine, después de redefinir la ciencia ficción con "2001, una odisea del espacio". La cinta está basada en una novela de Anthony Burgess publicada en 1962. Un libro heredero en su visión del futuro que le espera al hombre de obras como "Un mundo feliz" (Aldous Huxley, 1932), "1984" (George Orwell, 1949) o la más cercana en el tiempo, "Fahrenheit 451" de Ray Bradbury, escrita en 1953. Novelas dispóticas las llamaron. Palabra que pese a no existir en el diccionario, se creó como antónimo de utopía. Novelas y películas que presentan una "utopía perversa donde la realidad transcurre en términos opuestos a los de una sociedad ideal".

La música electrónica de sintetizador de Walter Carlos, que años después cambiaría de sexo para pasar a llamarse Wendy, tanto en sus piezas originales como en su transformación electrónica del repertorio clásico elegido, contribuyó igualmente a crear una atmósfera jamás vista antes en una película.

Impacto mundial

Pateando, robando, cantando, violando, bebiendo y matando. Así pasaban los días el hooligan Alex y sus compinches hasta que lo detienen y mediante un proceso novedoso que mezclaba la música clásica con imágenes violentas llega a una catarsis personal y se reincorpora a una sociedad en la que todo sigue igual. Él es el que ha cambiado. Una visión del futuro que provocó mucho en su estreno.

La escena de los cuatro compinches cantando "Singin' in the Rain" mientras patean a dos mujeres a las que roban, violan y matan es una de las más representativas de la muestra de la violencia en el cine. En EEUU su "ultraviolentismo" la igualaba a películas coetáneas donde la violencia era un objeto en si mismo con cierta delectación por parte de sus directores en las escenas más duras. Así rodó Sam Peckinpah, "Perros de Paja" (1971) o "Grupo Salvaje" (1969) y Arthur Penn, "Bonnie and Clyde" (1967).

Kubrick, que venía de enseñar al mundo la evolución del planeta con "2001...", ahora quería mostrar con gran fuerza visual el camino que le esperaba al hombre en un futuro no muy lejano.

Su estreno en las Islas Británicas fue estremecedor. Una serie de crímenes posteriores a su estreno basados supuestamente en la cinta provocaron mucha presión a Kubrick. El realizador, que ya vivía en Inglaterra, le pidió a la Warner que la retirase. Y así se hizo. La Naranja Mecánica no volvería a verse en Gran Bretaña hasta después de la muerte del director, en 1999.

Motivos del reestreno

El motivo para este reestreno de un clásico del año 1971 es algo forzado, aunque una gran excusa para disfrutarla en pantalla grande. Se cumplen diez años de la muerte del director neoyorquino. Será un preestreno discreto. Únicamente once copias, nueve en digital y dos en 35 milímetros, que podrán verse en Madrid, Barcelona, Valencia, Alicante, Girona, Zaragoza, A Coruña, Málaga y Oviedo. Y un objetivo claro, favorecer la venta de una edición para DVD que saldrá poco antes de las navidades. Hay que seguir exprimiendo el jugo a la naranja... mecánica.