Espido Freire asegura que "el libro electrónico puede ayudar a llegar al público"

AGENCIA EFE 04/08/2010 16:11

"Al contrario, creo que, de cuantos más formatos dispongamos, de más maneras podremos llegar" a los lectores, ha explicado a Efe en una entrevista después de impartir la conferencia "El síndrome de Jessica Rabbit: o nos hacen reír o nos dan risa", enmarcada dentro del curso de la Universidad Complutense "Humor en tiempos de cólera", dirigido por el escritor Fernando Iwasaki.

Freire ha recordado que, en su momento, "también se dijo que Internet era una amenaza" y que, aunque ese formato "crea una serie de conflictos, como los derechos de autor o el que se haya perdido la costumbre de citar", se ha demostrado que no lo es.

La escritora no cree que el libro electrónico vaya a suplantar al tradicional porque, según ha dicho, este último reúne "una serie de ventajas enormes" frente al de formato digital.

"El soporte electrónico no puedes usarlo en un avión, el libro sí. Yo no me llevaría mi libro electrónico favorito a la playa, mi libro tradicional sí", ha comentado.

En este sentido, Freire también ha explicado que, cuando trabaja con traducciones y los libros de papel se convierten en elementos de trabajo, puede subrayarlos y arrancar páginas. "Eso no sé de qué manera podría hacerlo con un libro electrónico", ha bromeado.

En sus declaraciones, Freire también se ha referido a la presencia del humor en la literatura española y su valoración negativa por parte de la sociedad, y ha dicho que "muy probablemente" esta percepción tenga que ver con "el vínculo tan fuerte creado con el realismo y con el costumbrismo".

"Muchas veces, cuando se ha hablado de la realidad en general, había pocos motivos para reirse", ha añadido Freire, que también ha reconocido que las mujeres escritoras han tenido "dificultades" para sentirse cómodas en este registro, por "miedo" a que no se las tomara en serio.

Sin embargo, ha asegurado que varias de sus obras están "plagadas" de humor y que en España hay "muchos" autores que trabajan este registro -tales como Rosa Montero- y que pueden ayudar a que en un futuro el humor se valore como el resto de los géneros narrativos.

"Hay muchos autores que trabajan con el humor, lo que ocurre es que son personalidades muy distintas y el tipo de humor que reflejan es muy distinto", ha concluido.