"Terminé cansada, pero al mismo tiempo fue tan excitante y tan intenso, con tanto sufrimiento, que fue duro. Pero nunca había vivido nada tan fuerte", dijo Gainsbourg (1971) en una entrevista en Cap d'Antibes (cerca de Cannes) con medios internacionales, entre ellos EFE.
"Yo quería trabajar con él, conocía su trabajo y quería tener esta experiencia", declara sobre su trabajo con Trier, pero confiesa: "nunca me habían pedido ir tan lejos".
"Como actor, es lo que esperas, porque no me gustan las cosas obvias y aburridas y esto es lo que he hecho en mi experiencia en el cine", aclara en un tono relajado, pronunciando cada sílaba y mirando al horizonte mediterráneo.
Afirma que es difícil decir cuál fue la peor escena de rodar "porque estaba todo muy mezclado. Además en aquella época era muy masoquista y hacer cosas dolorosas era excitante y me gustaba al mismo tiempo".
"Todo el sufrimiento, el llanto, los gritos, me excitaba... Todo estaba mezclado", insiste.
"Algunas veces me sentí realmente mal. Era al comienzo del día, cuando él decía, vale, haz la escena, y tenías cinco páginas y tenías que hacer lo que pensabas que estaba bien y luego te decía que eso había estado realmente mal".
"Sentí confianza en él y él me pidió que confiara en él. Para él era importante que en las escenas de desnudos y de sexo yo siempre tuviera la confianza de que no me traicionaría o que pusiera algo de lo que pudiera sentirme avergonzada".
"Esto siempre quedó claro", completa Charlotte, que durante el rodaje hablaba casi a diario con su madre, la actriz y cantante Jane Birkin, quien le animaba a continuar.
"Era curioso porque le hablaba de cómo era cada día y resultaba divertido, pero era como si ella ya hubiera hecho ese viaje antes y casi me dio el permiso para hacer lo que estaba haciendo y saber que estaba bien e incluso sentirme bien con ello, no avergonzada", asegura.
"A mi padre (Serge Gainsbourg) le gustaba mucho provocar, lo disfrutaba, creo que es una cosa artística pero creo que yo sólo soy una intérprete y que la fuerza viene de Lars", admite sobre la interpretación en "Antichris".
"Es verdad que para mí tiene algo de 'Je t'aime moi non plus' (el filme en el que su padre dirigió a su madre en 1976) pero desde luego no es el mismo tema, y es que había esa provocación en aquel tiempo que puso a mi madre en una situación que puedo relacionar con esta película".
Cuenta que la escena más difícil fue aquella en la que la protagonista es estrangulada: "sentí mucha presión acerca de la escena de la muerte".
"Me puse muy nerviosa y entonces luego es que resultó muy doloroso físicamente porque quise hacerlo de esa manera. Le pedí (a Willem Dafoe, el otro protagonista del filme) que fuera duro".
"Yo había tenido un accidente en la cabeza y pensé que las venas me iban a reventar. Me asustó, aunque también de una manera positiva", añade Gainsbourg.
No habla de las críticas a la violencia exhibida por Trier en su filme y cree que "es el punto de vista de un artista de verdad.No creo que sea negativo, ni duro o violento. Lo considero interesante, aparte de que soy parte de ello".
Y sobre la misoginia del director danés: "no creo que no respete a las mujeres. Para mí él tiene parte de la mujer (el papel femenino en el filme) y si uno le mira yo creo que le estaba interpretando".
"Claro que están sus temores sobre las mujeres, pero es que lo considero fascinante".
En cuanto a su actitud hacia los papeles que interpreta, advierte que no se siente cercana a ellos. "Tengo una sensación muy intensa con esta película porque la experiencia fue muy fuerte y estoy muy orgullosa de estar en ella pero eso no significa que me sienta próxima al personaje".
Y sobre quién es el "anticristo", asegura que no lo sabe. "Le hice muchas preguntas sabiendo que en realidad él no sabía las respuestas peró sí quise saber cuál era su idea, si realmente había un significado religioso debajo por si había referencias que tuviera que conocer".
"Pero él no lo decía, aunque no de manera testaruda, sino que de verdad decía que no lo sabía y pienso que está bien mantener ese misterio alrededor de algunas de las preguntas. Realmente no importa", concluye.
"Me gustaría que me asociaran a los papeles de las películas de mi marido y a esta película" completa al comentar sobre el cineasta Yvan Attal, quien no vio el filme hasta que fue proyectado en Cannes porque la actriz quería sorprenderle, aunque él estaba al corriente.
"El sabía lo que yo había hecho, no había leído el guión pero sí sabía lo lejos que había ido".