Bien podría ser una nueva entrega de la saga "Tiburón", si no se tratase de una historia real. La historia de cómo Bethany Hamilton superó la pérdida de un brazo tras el ataque de un tiburón y volvió a surfear sólo 10 semanas después del accidente. Todo lo que pasó el 31 de octubre en una playa de Kauai, en Hawai, cuando Bethany, de sólo 13 años, estaba tumbada sobre su tabla de surf se ha convertido en el guión de la película "Soul Surfer".
La propia Bethany se encarga de explicar a la protagonista de la película, AnnaSophia Robb, qué es lo que pasó en cada momento y qué es lo que sintió. También es ella quien hace las escenas de surf. Y es que Bethany no siente miedo. No lo ha tenido nunca. Su pasión por las olas y el mar está por encima de cualquier otra emoción.
Por eso, después de que el tiburón le arrancase el brazo por debajo del hombro y de que sus amigos la ayudasen a salir del agua, sólo aguantó diez meses de rehabilitación. Pasado ese tiempo, se empeñó en aprender a nadar con un brazo y unas semanas después ya estaba cogiendo olas.
La historia se comprende mejor si se conoce su infancia: sus padres, norteamericanos, eran surferos y se trasladaron del continente a Hawai buscando oportunidades para surfear. Allí nació Bethany. Con sólo 4 años hacía sus primeros pinitos en una tabla y a los 8 ya estaba compitiendo. Ganó varios campeonatos y un patrocinador la estaba ayudando para que se convirtiese en surfista profesional. Un futuro que, con mucha valentía y tesón, trata ahora de recuperar. LA