Montaldo afirma que el cine debe ser "polémico" y "divertido", nunca "reverente" con el Estado

AGENCIA EFE 13/04/2011 14:22

Montaldo (Génova, 1930), a quien la Mostra de Valencia ha dedicado una retrospectiva en su actual edición, ha hecho esta reflexión sobre la coyuntura actual y el papel de la cinematografía en una entrevista concedida a EFE, en la que lamenta la supremacía de la televisión, reconvertida en el principal canal de financiación para las películas.

"Mussolini dijo que el cine era el arma más poderosa, algo que otros dictadores entendieron muy bien. Ahora el arma más fuerte es la televisión, lo saben muy bien Italia y su presidente", comenta el realizador, que observa "con dolor" la situación política de su país.

Recuerda que cuando comenzó a hacer cine -"prácticamente cuando acabaron los hermanos Lumiere", bromea- había un "fuerte temperamento ideológico y ganas de remangarse", algo que se está perdiendo en el actual "desconcierto cultural".

"Los medios dedican mucho más tiempo a la televisión que al cine, y eso genera una gran cantidad de imágenes sin imaginación", y eso hace que cada vez "sea más difícil definir una identidad cultural", lo que dispersa la reivindicación social.

"El cine debe ser polémico, divertido e irónico, pero nunca reverente, y eso no gusta. Esta lucha ha existido siempre, pero ahora somos más débiles ideológicamente, porque, entre otras razones, la izquierda se ha fragmentado en cachitos", argumenta.

Según entiende, el capitalismo está unido "porque paga", pero la izquierda compite entre sí por cuestiones como "yo he leído tres libros más que tú".

El realizador italiano echa de menos un movimiento cinematográfico reivindicativo, como el que protagonizaron él y Pier Paolo Pasolini, entre otros, pero "¿quién lo paga ahora?", se pregunta.

Esta carencia, en su opinión, tiene su principal origen en la televisión, a la que ahora todos los cineastas acuden para buscar financiación, "porque la tele quiere cosas tranquilitas", pero también en la falta de reflexión.

"Nos hemos convertido en un pueblo de mirones y hemos copiado la técnica de los políticos de no dejar hablar. Hemos perdido la capacidad de escucharnos para ver quiénes somos", lamenta.

Además, la sociedad "se ha hecho mucho más egoísta por culpa del consumo: si buscas hacerte desde el principio con una casa y un coche, ya estás corrompido, porque necesitas buscar el dinero con el que comprarlos".

Según Montaldi, el cine que "triunfa", el que cumple un "verdadero fin" es el que es capaz de "generar una discusión".

En este sentido, recuerda su película "Sacco y Vanzetti" (1971), que cuenta la historia de dos inmigrantes italianos ejecutados principios del siglo XX en Estados Unidos por un crimen que no habían cometido.

Cuando 50 años después, el gobernador de Massachusetts Michael Dukakis admitió el error, "la película triunfó", pero no por mérito del director, sino por el debate que generó la misma, reconoce el cineasta.

Montaldo está convencido de que la cultura en general, no sólo el cine, puede contribuir a "sanar la sociedad", porque es una "inyección contra la intolerancia" que "genera una reflexión y abre el alma colectiva".

El director, incansable en su cometido de "transmitir emociones" trabaja actualmente una película titulada "El industrial", en la que reflexiona sobre la crisis económica y repercusión del trabajo en el desarrollo personal.

A los que empiezan, un consejo: "que sean libres, pero que no pretendan convertirse en poetas directamente. Primero que escriban el guión y hagan cine".