Felipe Benítez Reyes recorre toda su narrativa breve en "Oficios estelares"

EFE 18/03/2009 15:04

La diversidad de temas es la característica principal de "Oficios estelares" ya que para Benítez Reyes, premio Nadal 2007 por su novela "Mercader de espejismos", lo más importante a la hora de escribir es que "cada relato sea una pieza única, no sometida a ningún patrón", ha explicado el autor en la presentación de la obra a la prensa.

Los 26 años de relatos que recoge la edición publicada por Destino -con cuentos escritos entre 1982 y 2008- reflejan la evolución y los cambios en el escritor pero también, de forma casi unánime, una de las mayores inquietudes del autor, "los personajes que no se acaban de entender con sus destinos".

Estos personajes "crean mundos imaginarios, paralelos a su mundo real, movidos bien por la melancolía, bien por la pura paranoia", ha señalado el escritor, que además ha confesado su fascinación por "la capacidad del ser humano de inventar realidades tanto inocentes como peligrosas".

Autor de novelas, varios libros de poemas y algunos ensayos, Benítez Reyes se ha descrito a sí mismo como "un Frankenstein" que, a la hora de beber de otros autores lo hace "sin modelo concreto, sino a base de diferentes lecturas y aprendizajes".

"Fragilidades y desordenes", compuesto por los 17 relatos inéditos con los que cuenta la colección, fue escrito entre 1999 y 2008, un periodo "tal vez demasiado amplio", ha destacado el escritor que además ha contado que escribir cuentos le "canso mucho".

"Cuando mi personaje sube la escalera, la subo yo con él, cuando sufre, yo hago lo mismo... es un procedimiento difícil y cansado", ha detallado Benítez Reyes, "y por eso nunca escribiré sobre un personaje que escala una montaña", ha bromeado.

Sin embargo, para el autor de "Vidas improbables" - poemario que le valió en 1995 los premios de la Crítica y el Nacional de Literatura- el "trabajo" en el relato breve no sólo es menester del escritor, en tanto que "requiere de un adiestramiento por parte del lector".

Éste "debe rascar una tapa y descubrir lo que no se cuenta, lo que sólo está sugerido, y confeccionar él sólo esa parte del relato", ha matizado.

Aunque ha aclarado que carece de una teoría sobre el cuento, también ha apuntado que al escribirlos necesita tener claras tres cosas: como va a empezar, cómo va a terminar, y cómo no quiere que sea, "a partir de ahí, lo demás puede ser azaroso".