Hace ya años que se habla del vino desoalcoholizado y varias bodegas se han ido sumando a la iniciativa tratando de lograr un producto lo más parecido al original, pero lo cierto es que es aún un gran desconocido.
Sus ventajas son claras: permite disfrutar de un producto similar al vino con alcohol pero sin los problemas que te puede acarrear este último. Además conserva los mismos polifenoles y flavonoides provenientes de los hollejos (pieles) de la uva que aportan al vino tinto su poder "antioxidante". Pero los expertos en vino, aunque ven logros en el aroma, hacen notar que al no llevar alcohol ni taninos el resultado no tiene ni cuerpo ni estructura.
¿Diferencias con el mosto?
Estos vinos proceden de vino de calidad. La uva es fermentada y envejecida utilizando el método tradicional del vino: fermentación de la fruta en toneles, separación y envejecimiento en barriles de roble francés y americano. Es justamente antes del embotellado, cuando el alcohol es cuidadosamente eliminado.
El método más habitual para la desalcoholización es la denominada 'columna de conos rotatorios'. Unos aparatos utilizados para rebajar el contenido alcohólico de vinos normales afectados por el cambio climático, que dispara su grado, y que eliminan el alcohol por efecto de la fuerza centrífuga. Es menos agresivo para el aroma del vino, porque no utiliza métodos térmicos ni de presión.
No es auténtico 0.0
Es físicamente imposible eliminar el 100% del alcohol de una bebida fermentada. Legalmente, una bebida "sin alcohol" en España requiere que el producto contenga menos del 1% de alcohol en volumen.
El resultado no tiene por qué desmerecer: un vino "Arièl J. Lohr" sin alcohol ha recibido premios de cata en certámenes compitiendo con vinos tradicionales. LA