El jugador de béisbol que nadie esperaba. Ha ocurrido en un estadio de Manitoba, en Canadá cuando inesperadamente ha aparecido en el terreno de juego, que en esos momentos de la mañana estaba desierto.
El osezno recorrió todo el campo de lado a lado, buscando algo o porque se encontraba desorientado. Nada parecía detenerle, pero tampoco parecía tener una dirección. Solo sin su madre nadie sabe cómo llegó allí por lo que unos agentes tras capturarlo lo trasladaron a un centro de protección animal.
El oso pasará 30 días allí y después lo dejarán en libertad fuera de la ciudad, donde su presencie no inquiete.