Nordblad es diseñadora gráfica de profesión, pero su verdadera pasión ha pasado desde siempre por el deporte: desde 'mountain bike' y 'motocross' hasta snowboard y paseo en barco. Sin embargo, de todos, su preferido es el buceo libre.
Tanto es así que a los 29 años estableció un récord mundial, al nadar 158 metros bajo la superficie del agua con aletas, aguantando la respiración durante seis minutos bajo el agua cálida.
Pero, hace siete años, todo cambió: un accidente montando en bicicleta por la montaña dejó su pierna izquierda completamente destruida, incluso al borde de la necrosis. Como parte de la terapia de recuperación, debía someterse a tratamientos de agua fría para aliviar el dolor.
*Imagen: AFP
Ahí comenzó su verdadera historia: al principio, todo lo que sentía era dolor, pero con el tiempo consiguió acostumbrarse hasta tal punto que también incorporó en sus sesiones la pierna derecha.
Al final, acabó buceando sin más equipo que un bañador. Esta sucesión de acontecimientos le hizo rápidamente destacar, terminando por batir en 2015 otro récord mundial. Esta vez, por bucear 50 metros bajo la superficie de un lago congelado usando únicamente un traje de baño.
*Imagen: AFP
Ahora, 'National Geographic' se hace eco de su historia publicando un pequeño corto de cómo es su rutina bajo el hielo, en el que la nadadora deja unas impresionantes imágenes con su ‘aleta’ de sirena. En él, Nordblad deja claro que lo más importante en esos momentos es no sentir miedo pese a la oscuridad que puede haber bajo un lago helado: no se ve la superficie, el hielo impide salir, y uno se puede perder.