"Se podría pensar que se trata de un circuito simple, puesto que es uno de los más cortos, pero nada más lejos de la realidad. Presenta muchas dificultades, como la necesidad de encontrar el compromiso correcto entre la configuración de clasificación y de carrera, la fuerte presión que se ejerce en el lado izquierdo del cuello y la total imprevisibilidad desde el punto de vista de las condiciones meteorológicas", remarca De la Rosa en la web de la 'Scuderia'.
Por ello, el trazado demanda "una buena carga aerodinámica para la parte mixta con curvas de baja velocidad", pero el catalán advierte que "no te puedes permitir el lujo de perder velocidad punta, porque hay muchas rectas en las que tienes que estar en grado de atacar o defender tu propia posición".
"Además, se puede considerar como un trazado de intensidad media, tanto para los frenos como para la aerodinámica, las curvas a la izquierda son muy exigentes y hay ciertos puntos en los que el cuello del piloto puede, de hecho, tener que llegar a soportar cargas de hasta 3G", añade al respecto
Igualmente, De la Rosa no olvida "la velocidad en la que pueden cambiar las condiciones meteorológicas". "Hace que los equipos tengan que adoptar una estrategia muy flexible para estar preparados para introducir cambios si se pone a llover repentinamente. Además, en Brasil, cuando llueve suele venir en forma de lluvias torrenciales", señala.
"En esta pista la clasificación no es tan crucial. Por lo general, te concentras en conseguir una buena a puesta a punto de carrera, aceptando perder algo de rendimiento a una vuelta el sábado. Otra peculiaridad de esta pista es el pit-lane: tanto en la entrada, como en la salida, se puede ganar tiempo muy valioso y por ello, dada también la dificultad de la trayectoria en la salida, no es raro ver a los equipos practicando un poco el viernes", sentencia.