La mandataria brasileña Dilma Rousseff habló con Blatter por teléfono durante 10 minutos y aceptó su invitación de asistir al Congreso número 64 de la FIFA que se realizará en Sao Paulo el 10 de junio, dos días antes de que comience el Mundial en esa ciudad.
"Blatter le dijo a la presidenta que está 'seguro de que el Mundial será el más exitoso de todos los tiempos'", escribió la oficina de Rousseff en un mensaje en un blog. El dirigente suizo comentó a Rousseff que --con apenas 63 días para que comience el torneo--, se vendieron 2,5 millones de entradas, o casi un 75 por ciento del total disponible.
Tres meses atrás, Blatter afirmó a un periódico suizo que ningún otro país había estado tan retrasado en organizar un Mundial durante sus años en la FIFA. En diciembre, Blatter había pedido ayuda a "Dios, Alá, quien sea" para asegurar que los 12 estadios estuvieran terminados a tiempo.
Brasil será sede del Mundial entre el 12 de junio y el 13 de julio, un torneo cuya organización se ha visto plagada de problemas logísticos y retrasos en la construcción de la infraestructura. Además, muchos brasileños se quejan por los gastos excesivos para el Mundial en un país que carece de servicios básicos de calidad en educación, salud pública y transporte.