Bolivia sugiere la existencia de testaferros en la aerolínea LaMia, responsable del accidente del Chapecoense

EUROPA PRESS 12/12/2016 22:27

En una entrevista con medios estatales y recogida por la agencia boliviana ABI, Ferreira ha cuestionado al fallecido capitán, Miguel Quiroga, que también era accionista mayoritario de la compañía. Sobre él, el ministro ha indicado que es sospechoso que no tenga casa propia pero que tenga capacidad financiera para garantizar un seguro de aeronavegación, que cuesta más de 25 millones de dólares.

"¿Cómo se explica que una persona que no tiene ni casa (...) pueda haber cubierto esos millones?", se ha preguntado. "Aquí hay un palo blanco -término que se utiliza para referirse a un 'testaferro'- y por suerte de eso se puede obtener información y vamos a abrir los palos blancos", ha añadido.

Para conseguir el seguro de la compañía aérea, Ferreira ha explicado que Quiroga debía tener al menos entre tres y cinco millones de dólares.

El ministro ha señalado, además, que los aviones de LaMia eran alquilados, y que no pertenecían a los propios accionistas, situación que "empeora" las cosas en cuanto a responsabilidad.

"El montante del seguro será cuestionado por los familiares y afectados del accidente y por lo tanto puede ser que ese monto sea insuficiente y parte del resarcimiento de lo que significan esos aviones, pero esto se complica más porque nos hemos enterado de que estos aviones son alquilados y no son de propiedad de LaMia", ha explicado.

Asimismo, el titular de la cartera de Defensa ha reiterado que estas irregularidades tienen "nombre y apellido" y que será en la investigación donde salgan a la luz. "Nada raro es que los verdaderos dueños sean aquellos que están orquestando el complot contra nuestro Gobierno y tienen el cinismo de decir que hay una influencia del Gobierno", ha criticado.

El avión, en el que viajaban 77 personas -entre ellas, el equipo de fútbol de Brasil Chapecoense-, se estrelló en un cerro al sur de Medellín, a donde se dirigía para que el club se disputara la final de la Copa Sudamericana, dejando 71 muertos y tan solo seis supervivientes, tres de ellos jugadores del equipo.

Según las informaciones de la investigación, el avión se precipitó porque no contaba con suficiente carburante como para cubrir la ruta prevista, desde el aeropuerto de Viru Viru, en la ciudad de Santa Cruz, hasta la ciudad colombiana.