Los pupilos de Gabi Hernández necesitaban vencer de la mayor diferencia de goles posible y no fallaron a los pronósticos. Tras unos tercer y último cuartos más discretos, España logró un buen parcial final que le adjudicó la primera plaza al no superar Montenegro a Eslovaquia por los goles necesarios.
El inicio fue avasallador y en la primera jugada Guillermo Molina anotó el 1-0, toda una declaración de intenciones. Poco después llegó el estreno de Albert Español merced a un lanzamiento seco. Un 2-0 que hacía indicar que la victoria no sería extra difícil.
Chalo, tras fallo neerlandés, culminó de forma sublime un mano a mano con Wagenaar, y Molina y Español repitieron efectividad para establecer el 5-0 con el que finalizaba el primer cuarto, un escenario muy diferente a los segundos ocho minutos.
Lindhout inauguró el casillero goleador de los holandeses en una acción en superioridad y España, que había mostrado una gran facilidad para ver puerta en el primer periodo, se atascó ante la productividad 'oranje'. Sin embargo, todo volvió a su cauce y dejó el electrónico en 7-1 al descanso.
En la segunda mitad, España continuó con su idea y acabó ahogando a la defensa de su oponente. Lindhout anotó el 7-2 de penalti cometido por Willy Molina y Español contestó con el 8-2. Tras un nuevo latigazo de Lindhout --el mejor en los suyos-- parcial de 2-0 daba a España siete tantos de renta.
Así que el último asalto apenas tuvo intriga. Dos goles casi seguidos de Molina y de Echenique situaron el definitivo 15-4. Una primera plaza que da derecho a soñar con todo. El próximo rival de España será Malta (9.30 horas), este sábado, en los octavos de final.