El primer ministro británico, David Cameron, realizó un balance de los Juegos Olímpicos de Londres, que finalizan este domingo con la ceremonia de clausura (22.00 horas), y aseguró que "han levantado la moral" de Gran Bretaña porque "todo el mundo ha hecho un trabajo brillante".
Cameron se mostró satisfecho por el desempeño británico tanto dentro como fuera de los terrenos de juego. Muy feliz por la tercera posición del medallero --la mejor de su historia y sólo superado por Estados Unidos y China-- el jefe de Gobierno destacó la importancia que ha tenido y tendrá haber sido la sede de los trigésimos Juegos.
"Ha sido una enorme inyección de autoestima. Es para estar orgulloso de lo que todo el mundo ha hecho durante estas semanas extraordinarias. Es una gran oportunidad para dejar un legado importante al movimiento olímpico", comentó Cameron, que aprovechó la ocasión para renovar su apoyo al deporte británico garantizando una partida de 160 millones de euros.
Cameron quiere que Gran Bretaña continúe siendo referencia deportiva en Río 2016 y prometió, en la misma comparecencia, aportar 125 millones de libras (unos 160 millones de euros), explicó la BBC, que también recogió sus impresiones sobre las competiciones. Al líder británico le parecieron "increíbles" los triunfos de Mo Farah, en 5.000 y 10.000 metros, y de la boxeadora Nicola Adams, la primera mujer campeona olímpica de la historia.
COE: "CORAZÓN Y CABEZA".
Por su parte, Sebastian Coe, presidente del Comité Organizador (LOCOG) afirmó que los Juegos de Londres han sido "corazón y cabeza", además de señalar que estaba "muy feliz" por la disposición ciudadana. "Han sido los mejores Juegos de la historia", comentó el exdeportista, quien fue miembro del parlamento británico durante cinco años (1992-1997) y encabezó el proyecto olímpico de la ciudad.
Por último, Coe --uno de los mejores mediofondistas de la historia y premio Príncipe de Asturias de los deportes-- no quiso olvidarse de los Juegos Paralímpicos. "Queremos preparar lo mejor", comentó Coe, quien fue señalado "como embajador olímpico" por Cameron en su comparecencia conjunta.