"Estoy devastado y horrorizado por lo que ha ocurrido. En su respuesta inicial, la UCI se puso a la defensiva frente a las acusaciones de la USADA y sobre el cuestionamiento de cooperación. Cuanto más tiempo pase sin que ofrezca una respuesta, peor será para el ciclismo. Si el señor McQuaid y sus compañeros no están dispuestos a decir lo que van a hacer con este problema, no hay duda de que debe renunciar", confesó Fuller en una entrevista telefónica a 'Reuters'.
Además, el directivo señaló el riesgo que tiene este tipo de conducta, que trasciende de lo meramente deportivo y recordó todo lo que provocó cuando se destapó en 1998 en el Tour de Francia el 'caso Festina'.
"Ya ocurrió a finales de los años 90 con el asunto Festina, hasta el punto que la televisión alemana se negó a retransmitir el Tour. Sinceramente creo que lo que estamos viendo ahora es mucho peor. Cuando Armstrong estaba ganando y haciendo cosas increíbles, el resplandor que desprendía este deporte era fabuloso. Ahora vamos a ver exactamente lo contrario", confirmó el australiano.
La UCI, que tiene la potestad de llevar el caso ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo o confirmar la inhabilitación del ciclista noteramericano y despojarlo definitivamente de sus títulos, dispone hasta el 31 de octubre para emitir un veredicto.