El Estadio de La Cartuja, un amuleto 'cinco estrellas' para que España consiga su quinta 'Ensaladera'

EUROPA PRESS 01/12/2011 14:06

Construido dentro del frustrado proyecto sevillano para los Juegos de 2004, del cual el coliseo cartujano recibió su nombre de Estadio Olímpico de Sevilla, nació en mitad de la polémica derivada de su elevado coste, cifrado en unos 120 millones de euros.

Sin embargo, se trata de un recinto con capacidad para 60.000 espectadores sentados, dotado de todo lo necesario para eventos de alta competición, hasta el punto de contar con la categoría de 'cinco estrellas' por parte de la FIFA.

No en vano, el estadio, gestionado por una sociedad de capital mayoritariamente público, parecía abocado a convertirse en la 'casa' de los dos equipos de fútbol de la ciudad, el Betis y el Sevilla, aunque a la postre ninguno de ellos se trasladó hasta la Isla de La Cartuja.

Ello no impidió que, desde su inauguración el 5 de mayo de 1999, con un España-Croacia (3-1), sobre su césped haya jugado no sólo la selección española de fútbol sino que, además, fuera escenario de dos finales de la Copa del Rey y una de la UEFA, sin olvidar su auténtica puesta de largo, con el Mundial de Atletismo de 1999.

Sin embargo, y dada la necesidad de encontrarle otros usos que aseguraran aporte económico, el estadio también se ha prestado a su utilización en espectáculos musicales, con conciertos de U2, Bruce Springsteen, Madonna y Maná, entre otros.

Pero, en lo que al tenis se refiere, La Cartuja irá siempre unida a esa segunda 'Ensaladera' conquistada por España entre el 3 y el 5 de diciembre de 2004 ante Estados Unidos, en una final en la que Rafa Nadal presentó las credenciales que le terminarían encumbrando como el mejor jugador del mundo posteriormente.

En aquella ocasión la final sevillana fue la que mayor número de asistentes reunió (26.600 espectadores) un récord que se rozará dentro de menos de dos meses, cuando el estadio albergue un aforo de 25.000 personas en torno a las pistas de tenis que se construirán en su interior.

Por último, y como dato curioso, cabe reseñar que con esta designación no será tan sólo Sevilla la población que pueda presumir de acoger la final de la Davis. Y es que parte del terreno sobre el que se alza el estadio de La Cartuja pertenece a la vecina localidad de Santiponce, más conocida por sus célebres ruinas romanas y por disputarse en ella todos los años el Cross Internacional de Itálica.