Este trabajo, según sus autores, demuestra que jugar partidos valederos para competiciones nacionales e internacionales de carácter oficial es "es un impulso importante" para optimizar el desempeño de cada futbolista. A juicio de los expertos, las mujeres que practican este deporte sufren cambios en su cuerpo "como consecuencia de los entrenamientos y partidos a lo largo de una temporada".
El fútbol produce "una tendencia a disminuir la grasa y aumentar la masa muscular", pero no se producen "cambios significativos" en el rendimiento físico, a pesar de que éste mejora. No obstante, los especialistas sí detectan mejoras "sustanciales" en momentos puntuales, los cuales coinciden con la disputa de los encuentros.
Para llegar a esta conclusión, los científicos han trabajado con las 21 integrantes de la plantilla del Athletic Club femenino, y han estudiado la relación existente entre su desempeño y las medidas antropométricas, los componentes corporales y el rendimiento físico. Tras ello, han constatado las mejoras puntuales.
La primera de ellas, es la de que las jugadoras que más minutos disputan durante el año "son las que más resistencia tienen", sostiene la miembro de este centro universitario vasco y autora principal del estudio, la doctora Aduna Badiola. En su opinión, "es posible que los partidos sean un estímulo necesario para mantener el nivel de resistencia".
A su juicio, las mejoras en el desempeño físico también se han detectado en la prueba de saltos, durante la pretemporada; y en las de velocidad; entre el final de esta etapa y mediados de la temporada. Para ella, según recoge la Plataforma SINC, este hecho se debe a que la potencia de las piernas "se trabaja precisamente en pretemporada".
Además, la experta observa una relación entre ambas capacidades, ya que "las más rápidas son las que mayores saltos realizan". Así, los resultados sugieren que "trabajar la potencia de las piernas en pretemporada mejora los saltos, y eso luego influye en la velocidad".