Algunos especialistas prevén unas pérdidas de 7.000 millones de dólares en el primer trimestre, durante el cual las ventas del fabricante en Estados Unidos fueron un 49 por ciento inferiores a las del mismo periodo del 2008.
En el último trimestre del 2008, General Motors perdió 9.600 millones de dólares y se vio obligada a consumir 6.200 millones de dólares de sus arcas.
Ayer, General Motors (GM) dijo que cerrará de forma temporal hasta 23 factorías en Estados Unidos dedicadas a la fabricación de componentes para sus automóviles, desde motores a transmisiones.
El cierre durará varias semanas y afectará a 18.000 trabajadores.
GM ligó esa decisión al anunció de finales de abril del cierre temporal de 13 plantas de montaje durante el verano para reducir el enorme inventario de vehículos almacenados en los concesionarios de todo el país.
La Administración del presidente estadounidense, Barack Obama, ha concedido a GM hasta el próximo 1 de junio para que reestructure su deuda y operaciones.
Si el fabricante no lo consigue antes de esa fecha, se tendrá que declarar en quiebra.
Chrysler, que recibió un ultimátum similar, se tuvo que declarar en quiebra el pasado 30 de abril después de que un reducido grupo de acreedores se negase a reestructurar los 6.900 millones de deuda del fabricante.
Ayer se supo que los acreedores que provocaron la quiebra de Chrysler representan menos de 300 millones de dólares de la cantidad total.
General Motors tiene que reestructurar alrededor de 27.000 millones de dólares de deuda, así como obligaciones contraídas con el sindicato United Auto Workers (UAW) y valoradas en 20.000 millones de dólares.
Desde diciembre, GM ha operado gracias a 15.400 millones de dólares en préstamos concedidos por el Gobierno estadounidense.
GM ya ha anunciado que está buscando comprador para tres de sus marcas (Saturn, Hummer y Saab), y que tendrá que eliminar una cuarta, Pontiac, si quiere tener alguna oportunidad de sobrevivir.
En Europa, GM también está buscando un comprador para la marca alemana Opel, que puede ser la italiana Fiat, con quien Chrysler tiene un acuerdo de fusión si consigue salir de la quiebra.
Según el periódico The Wall Street Journal, el fabricante francés Renault se ha mostrado interesado en la adquisición de Saturn.