Las tres compañías han presentado sus respectivas ofertas para hacerse con el proyecto, según informa Metro de Panamá, organismo público promotor de la obra.
El país centroamericano ha iniciado el proceso para construir la segunda línea de su nuevo sistema de transporte urbano después de que en abril de 2014 inaugurara la línea 1, construida por FCC.
En caso de lograr el proyecto, la compañía que preside Esther Alcocer Koplowitz reforzaría así la destacada presencia con que cuenta en Panamá. Los tres grupos españoles potenciarían con la obra sus negocios en Latinoamérica.
El contrato consiste en la construcción de una línea de metro elevada de 21 kilómetros de longitud y 16 estaciones ubicadas en puntos de concentración de mayor número de usuarios, además del suministro de 21 trenes para su explotación.
La línea, que se prevé que entre en servicio a finales de 2018, contará con una capacidad inicial para transportar unos 16.000 viajeros por hora y sentido
El proyecto contempla la habilitación de conexiones de la mayor parte de las estaciones con el transporte en autobús para facilitar el trasbordo entre modos.
ALIANZA CON CHINA.
Los grupos españoles han establecido alianzas con firmas internacionales para concurrir al proyecto, entre las que destaca la de Isolux con dos compañías chinas, China Harbour Engineering y China Railway First group.
De su lado, ACS, a través de Dragados, se ha asociado con la mexicana Ingenieros Civiles Asociados y la peruana Graña y Montero, mientras que FCC ha constituido un consorcio con la brasileña Odebrecht.
En caso de lograr el proyecto, las compañías españolas, además de reforzar su actividad constructora en la zona, se posicionarían ante futuros contratos de este proyecto, dado que Metro de Panamá contempla que esta nueva línea 2 tenga futuras extensiones tanto hacia el Este como hacia el Oeste, esta última con conexión con la línea 1 ya en servicio.