Los argentinos se ajustan el cinturón por la subida de los precios tras las elecciones

AGENCIA EFE 01/07/2009 21:32

Los combustibles han abierto la escalada de subidas, con aumentos del 2,5 al 7 por ciento esta semana, aunque asociaciones de consumidores consultadas hoy por Efe esperan fuertes incrementos en alimentos y en servicios como el gas y la medicina privada, entre otros.

"Este aumento de las naftas preocupa porque se va a trasladar a todo lo que se consume", dijo a Efe la presidenta de la Asociación de Defensa de Consumidores y Usuarios de la Argentina, Sandra González.

Pero los consumidores se toparon hoy con otro golpe para sus bolsillos: los supermercados chinos, que controlan un tercio de las ventas del sector y compiten con las grandes cadenas, comenzaron a aplicar alzas de hasta un 20 por ciento en productos básicos, como harinas, tomate en conserva, vinos, gaseosas, galletas y fideos.

Desde la cámara de autoservicios y supermercados propiedad de ciudadanos chinos aseguran que esos aumentos fueron autorizados por el gobierno para ser aplicados tras los comicios.

La cámara que agrupa a las grandes cadenas de supermercados, por su parte, niega que la subida alcance el 20 por ciento y sostiene que "las variaciones en los precios que se trasladan al público, en ningún caso superan los ajustes por incrementos en los costos".

"Hay fuertes aumentos en alimentos, como las verduras, que están un 40 por ciento más caras", aseguró a Efe la titular de la Liga de Amas de Casa, Irma Muslera.

También se esperan aumentos de hasta un 20 por ciento en las tarifas de los ómnibus de larga distancia y en los taxis en la capital argentina.

Otro servicio que incrementará sus precios es la medicina privada, un 12 por ciento en agosto y otro 7 por ciento en diciembre, justificado, según las empresas del sector, por las subidas salariales de sus trabajadores.

Algo similar ocurre con los gastos comunes de consorcios, que se ajustarán un 11 por ciento debido al aumento salarial de los porteros de edificios.

En los servicios públicos básicos, las facturas de gas ya vienen con aumentos, aunque la próxima podría ser aún más voluminosa por el consumo de invierno, mientras las distribuidoras eléctricas y las telefónicas piden al gobierno que autoricen alzas tarifarias.

"También es preocupante los aumentos en los precios de los medicamentos desde la epidemia de la gripe A", advirtió González.

Con estos aumentos, los argentinos recibirán con peor humor si cabe los datos de inflación del desacreditado Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), envuelto en polémicas desde inicios de 2007 cuando se introdujeron cambios metodológicos para medir los precios.

Según los últimos datos oficiales, los precios al consumidor acumularon un alza del 2,3 por ciento en los primeros cinco meses del año, pero consultoras privadas calculan que la inflación real duplica y hasta triplica esa cifra.

Para 2009 el presupuesto oficial proyecta un alza de los precios del 8 por ciento, mientras que economistas consultados por el Banco Central prevén un 6,9 por ciento.

Cálculos muy diferentes a los de la Asociación de Defensa del Consumidor, que sólo en junio detectó un aumento del 5,05 por ciento en alimentos y otros productos de primera necesidad.

Según el economista jefe del Instituto para el Desarrollo Social Argentino, Jorge Colina, si el gobierno no hace nada para frenar los precios, "el problema se puede agravar, generar un deterioro importante en el poder adquisitivo de la población y causar daño social".