En concreto, la institución liderada por Luis María Linde calcula que los depósitos de hogares y empresas españolas se situaron en 884.000 millones de euros, con un descenso interanual del 4,2% en los de las familias y del 15,6% en los de las empresas.
El Banco de España explica que ante la penalización a las altas remuneraciones se produjo un trasvase hacia títulos de renta fija, que las entidades captaron sobre todo entre empresas. "Los depósitos de empresas y familias muestran de hecho descensos moderados, aunque crecientes", subraya.
El supervisor achaca la caída de depósitos al proceso de desapalancamiento, a la reducción de rentas y al endurecimiento de las condiciones de acceso al crédito.